Arte y poder en Tiepolo en tonos de azul
James Cahill se estrena en la novela con una historia bien documentada con muchas referencias culturales
El crítico de arte y académica James Cahill se estrena en el mundo de la ficción con Tiepolo en tonos de azul (Letras de plata), una novela donde el arte y el poder están muy presentes. Ambientada a mitad de la década de los 90, un prestigioso historiador de arte es el protagonista.
Experto en las lides artísticas, pero totalmente novato en el amor y en las cuestiones de relevancia de la vida. Los grandes maestros italianos y los jóvenes artistas británicos se abrazan a lo largo de las páginas de esta historia de emociones, secretos y belleza.
Al no haberlo mencionado, parece haber un acuerdo tácito de no volver a tocar el tema. La vida sigue, pero Don deja las fotos hechas trizas por el suelo, como restos arqueológicos, como la escoria sagrada de unas ruinas romanas
Tiepolo en tonos de azulEl libro tiene momentos fascinantes que se alternan con otros que se hacen más pesados. Es difícil empatizar con el personaje principal, un Don Lamb de lo más narcisista y egocéntrico. La trama está bien hilada, pero le acaba faltando un poco más de chispa en los puntos decisivos. Las descripciones se alargan en exceso. Una novela con muchos altibajos, bien documentada, con muchas referencias culturales, donde el arte está muy presente.
La sinopsis
El profesor Don Lamb, un venerado historiador del arte en su mejor momento, está obsesionado con la escritura de un libro sobre los cielos de Tiepolo, el maestro veneciano. Sin embargo, tras su brillantez académica subyace una profunda inexperiencia en la vida y en el amor. Cuando una polémica obra de arte contemporáneo es instalada en el jardín de su facultad, la rabia de Don va creciendo hasta que un desliz público desemboca en su expulsión de Cambridge y su posterior traslado a Londres, donde empieza a trabajar al frente de un museo.
Allí, Don conoce a Ben, un joven artista que lo introduce en la anárquica escena artística británica de los años 90 y en la vida nocturna del Soho. Durante el largo y caluroso verano de 1995, Don llegará a atisbar una nueva vida mucho más libre. Pero su epifanía también supondrá su perdición, pues llegará a descubrir el lado oculto de su mejor amigo, quien también tiene secretos que ocultar.