Una novela negra con instinto policial y ritmo cinematográfico
Efectivamente, como reza el subtítulo de No nos dejan ser niños (Ediciones B), no todo es idílico en Menorca. Y es que cualquier adjetivo, menos el de idílico, se podría añadir al momento que vive la protagonista de esta novela de Pere Cervantes.
María Médem acaba de ser madre primeriza y nada más volver al trabajo en el cuerpo policial se encuentra con el asesinato de dos mujeres sexagenarias.
La canción de Raphael que da título a esta novela negra -encuadrada dentro del denominado femicrime- suena en la escena del crimen. Médem tendrá que buscar a la psicópata asesina pero también tendrá que encontrar estabilidad en un matrimonio en crisis y lidiar con una malvada suegra de la que también se sospecha. Todo ello con la isla de Menorca como centro de la trama principal.
El desconcierto aparece desde el primer momento, la inquietud va aumentando con el paso de una historia que te atrapa poco a poco. El autor consigue que el lector se ponga en el papel de la protagonista y casi termine de tomar decisiones por ella.
La experiencia policial de Pere se nota en la escritura y la novela deja desde el principio sus constantes de actualidad y cercanía, de aproximación a un lector que no podrá parar en su lectura para conocer el para nada idílico final. Cinematográfica y trepidante.