Hoy Te diré que estoy vivo
Isaac Pachón es el autor de una nostálgica historia sobre el pasado, los recuerdos y la pérdida de seres queridos
Ciudad Recuerdo, un lugar maravilloso. Te diré que estoy vivo (Cáprica Ediciones), un libro de lo más emotivo. Isaac Pachón, un autor que toca la fibra más sensible con una historia cargada de nostalgia y recuerdos. Narrado con ternura, este libro nos emocionará y traerá sensaciones del pasado para recordar a aquellas personas que un día se fueron para seguir viviendo dentro de nosotros.
Me levanté para verlo de cerca. Tenía aquel destello que venía del interior del nicho a un palmo de mi cara. Y sí, me estáis entendiendo bien, dentro de la tumba de mi abuelo había luz
Te diré que estoy vivoUna obra que nos lleva a ese lugar al que nos encantaría viajar para poder decirle a nuestro abuelo todo aquello que hemos conseguido en la vida y todo lo que le echamos de menos desde que se marchó. La actriz Ana Millán cuenta en el prólogo: "Ciudad Recuerdo, donde supongo que alguna vez viviremos todos. Ojalá existiera, Ciudad Recuerdo, escrito así, como el nombre propio de aquel que casi exiliamos de nuestra memoria, y poder ir los días en los que la vida pese, para recorrer aquello que vivimos o que aún nos mantiene vivos, vete a saber".
Con una edición muy cuidada y una notable ambición, los personajes creados por Pachón encajan a la perfección en una historia que envuelve de manera maravillosa un realismo mágico que guarda con mimo el paso del tiempo. Con un gran final, el autor redondea una narración repleta de sentimientos.
Así comienza...
"Sonó un tintineo tras de mí. Me levanté y observé sin parpadear los dos pasillos que podía ver desde el cruce. Nada, allí no había nadie. Lo que escuché fue aquella especie de campanilla, sonó una sola vez, una única vez tan intensa, nítida y delicada que erizó cada pelo de mi piel. Con el desconcierto, cuando miré el reloj ya pasaban cinco minutos de las dos de la tarde. Tuve que salir corriendo y cruzar los dedos para que el vigilante no me hubiera encerrado dentro del centro cementerio. Recordé el tintineo en aquel mismo instante, ya lo había escuchado muchos años atrás, cuando todavía era un crío. Ciertamente, había estado guardado en mi cabeza hasta entonces. Así que quizá sea mejor empezar esta historia desde el principio".