Había una vez otra educación
Una novela recoge la involución que estamos sufriendo en materia escolar y los recuerdos de una antigua profesora
Libros que no aparecerán en las grandes librerías, que no se convertirán en éxitos de ventas, que no llegarán a mucho público, pero que pueden esconder detrás historias muy bien contadas como la que recoge Había una vez un instituto (Edición Personal), una novela de María José Prieto Vázquez sobre la involución que estamos sufriendo en materia educativa. Guardados en un cajón quedaron los valores de antaño.
La educación de antes no tiene nada que ver con la actual. El respeto y las formas se han ido perdiendo por el camino. Ya no queda rastro de aquellos maestros de décadas pasadas que marcaron tanto a varias generaciones. Los profesores ahora tienen que luchar contra la falta de autoridad y con unos cambios en el sistema que no ayudan a la hora de darle cierto criterio a la formación educativa. Sobre esa transformación del mundo docente trata una novela que retrata la triste realidad de la docencia secundaria.
Con la esperanza de que todo cambie, la autora intenta aportar algunas gotas de humor entre las reflexiones críticas que realiza a lo largo de un libro basado en sus propias vivencias, en las experiencias que tuvo a lo largo de su trayectoria profesional como profesora. Unas memorias contadas de forma realista, pero buscando siempre también el lado positivo de lo vivido.
"Auténticas batallas medievales"
"Las sesiones para la distribución de cursos eran auténticas batallas medievales; no digo modernas porque se tiraba a matar con los instrumentos más primitivos, como eran insultos, sesiones tensas de disputas y riñas que hacían pupa al hígado, los nervios..., por eso cayó una compañera con una melancolía crónica, una tristeza que no se le quitaba, unas ganas de llorar..., en definitiva, todo se traducía en lágrimas con el consiguiente pitorreo y burlas mordaces de sus nuevas colegas".