Locura en 'Hotel du Barry'
Entretenimiento y diversión en una novela escrita por Lesley Truffle
Una novela de lo más fresca y entretenida. De esas que te duran dos telediarios en primera -quien pueda- línea de playa. Ideal para esta época del año, aunque no me gusta catalogar a los libros por estaciones ya que una buena historia pega bien con cualquier fecha. Pero con el buen tiempo, Hotel du Barry (Harper Collins) se va a disfrutar muchísimo más. Y es que... ¡la fiesta acaba de empezar!
El libro es la madre de todas las salsas. Tiene de todo un poco: desde glamour refinado hasta una niña adoptada con nombre de champán sin olvidarnos de un gigoló muy especial y un detective que también se las trae. Lo cierto es que todos los personajes que van apareciendo por este lujoso hotel de Londres tienen su miga.
Lesley Truffle consigue reunir a lo más selecto de cada casa -es un decir- en una historia que nos dejará muchas risas. Una lectura muy entretenida, contada de manera ágil y en la que no faltan ni el amor ni... los crímenes. Sí, sí, también de misterio, por si faltar poco, va la cosa.
Ya el inicio de la novela te indica lo que nos vamos a ir encontrando. ¿Una guía para balancear bebés tendidos en la cuerda de la ropa? Sólo es el comienzo de una larga lista de curiosidades, cotilleos y secretos entre las bambalinas del lujoso y lujurioso hotel.
Una época extraordinaria
"El Bebé del Hotel du Barry nació en una época extraordinaria. La guerra por fin había acabado el año anterior y las clases adineradas estaban de celebración. La pobreza entre las clsases más base seguía siendo el pan nuestro de cada día y no había alegría para los miles de soldados muertos ni para sus compañeros vivos, que regresaron del frente y se encontraron infravalorados y sin empleo. Los puestos de trabajo en el Hotel du Barry eran muy codiciados y los empleados estaban muy orgullosos de su hotel".