Camino a Macondo para volver a García Márquez
Una antología con las ficciones escritas por el Nobel colombiano antes de Cien años de soledad
Los grandes autores de la literatura universal siempre se las apañan para regresar después de muertos. El 17 de abril se cumplirán siete años del adiós de un Gabriel García Márquez que sigue vivo en los libros gracias a su legado. Y al Nobel colombiano regresamos siguiendo el Camino a Macondo. Ficciones 1950-1966, una antología —editada por Literatura Random House— con sus primeros relatos y aquellos primeros libros que fueron la antesala de su obra cumbre, su Cien años de soledad.
La casa de los Buendía, La hija del coronel, El hijo del coronel, El regreso de Meme, Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo, Un hombre viene bajo la lluvia y Un día después del sábado forman parte de aquellos primeros textos junto a La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba, Los funerales de la Mamá Grande y La mala hora.
Como apunta Alma Guillermoprieto, autora del prólogo de Camino a Macondo, los referidos textos fueron un ensayo para encontrar el camino a Cien años de soledad. "La hojarasca, La mala hora, El coronel no tiene quien le escriba y los cuentos cortos aquí reunidos ocupan el duro tiempo lineal de la realidad, habitada por hombres y mujeres como nosotros, cuyos destinos nos mueven a la compasión y al espanto, mientras que Cien años, libro seductor por excelencia, nos mueve más bien al asombro y el agradecimiento".
Un asesinato, una masacre, el cadáver de un suicida: la vida del niño Gabriel transcurre dentro del orden caótico y feliz de la infancia, mientras su paisaje interior se va poblando de muertos, miedos y fantasmas
Alma Guillermoprieto, autora del prólogoDe La hojarasca a Cien años de soledad
Como apunta Conrado Zuluaga en la nota editorial de esta antología de textos completos, García Márquez sostuvo "en diversas oportunidades que para escribir cada libro primero había que aprender a escribirlo, y solo entonces enfrentarse a la máquina de escribir. A él le tomó casi veinte años «vivir» en Macondo para aprender a escribir su novela Cien años de soledad.
Macondo no es únicamente un lugar ficticio creado por el hijo del telegrafista de Aracataca. Este sitio mágico, que apareció en muchos de sus primeros escritos, también es, como dijo el propio Nobel colombiano, un estado de ánimo. Y el propósito de esta antología es mostrar el sentido literario de Macondo y esa progresión del mundo mágico creado por Gabo.
Por fortuna, Macondo no es un lugar sino un estado de ánimo que le permite a uno ver lo que quiere ver, y verlo como quiere
Gabriel García MárquezGarcía Márquez también apuntó que "lo que hay entre La hojarasca y Cien años de soledad (1967) son unos quince años de fastidiarse mucho, de vivir mucho y de estar pendiente de esto todos los días tratando de ver cómo eran las cosas". Esos 15 años de fastidios y vida son los pasos dados para volver a encontrarnos en el camino con una leyenda de la literatura, un escritor irrepetible.