Baricentro, nostalgia ácida entre discos, libros y películas del ayer
Hernán Migoya nos lleva a la Barcelona de los años setenta en una novela muy personal sobre los hijos de la clase obrera
Una familia humilde, un barrio de extrarradio y los años 70 y 80. A ellos vuelve Hernán Migoya en Baricentro (Reservoir Books), una novela muy personal sobre aquellos hijos de la clase obrera.
Con cantidad de referencias culturales a las décadas referidas, el autor regresa al pasado para visitar con las letras aquellos lugares, como el centro comercial y la biblioteca, que se grabaron en sus recuerdos.
Aquellas primeras veces
El Migoya (en la imagen) más íntimo nos lleva a la perfieria de Barcelona para retratar aquellos momentos que marcaron su juventud. Los amigos del barrio, las madres, los primeros amores, las primeras relaciones sexuales y la rebeldía de entonces forman parte de Baricentro.
Estaba condenado a adorarla en silencio y a ejercer de Bécquer de pacotilla en torno a su sombra. Ni siquiera me figuré que pudiéramos hacernos amigos
Aunque el autor se encarga al inicio de dejar claro que "esta no es una novela de ficción", está claro que nos encontramos ante una historia tan personal como nostálgica de un Migoya que no pierde en ningún momento la acidez de esa prosa crítica que le caracteriza y que podemos ver en obras como Deshacer las Américas.
Baricentro es un homenaje a la raíces, a la familia, a la gente de barrio. Capaz de hacernos reír, de emocionarnos e indignarnos. Nosotalgia pura entre discos, libros y películas del ayer
Por eso, cada vez que veo el prólogo de la película Grease en el que se plasma un primer encuentro romántico entre el Travolta y la Olivia, y ambos luego cacarean evocando aquel verano idílico, pienso para mí: ¡Así fueron también mis veranos!