Una fotografía de las relaciones prohibidas

Una historia de amor sin ser una novela romántica. Las formas de amar en un libro sobre pasiones, deseos, verdades y maldades. Yo recibiría las peores noticias de tus lindos labios es el título que traemos a nuestro rincón de las reseñas. Una publicación editada por Maresia Libros y firmada por Marçal Aquino
 
Una novela de esas que hemos leído muchas veces, pero de las que sólo permanecen en la memoria dependiendo de la capacidad narrativa del autor. Y en esta ocasión, Aquino consigue serpentear esa delgada línea roja que marca la diferencia entre otro libro más con los ingredientes de siempre o un relato con algo novedoso y atractivo. 
 
Después de haber pasado la historia, el protagonista se pone a contar en primera persona lo vivido. Y nos llega este relato de ese fotógrafo que acude a un pueblo minero del Amazonas en busca de las prostitutas de la zona (las quiere fotografiar).
 
Y una vez instalado en una pensión, aparece Lavinia, bella y joven pero casada, para complicar -o mejorar, nunca se sabe cuando de los efectos del corazón se trata- todo. Magistral es el momento del encuentro entre ambos, en esa tienda de artefactos para fotografía regentada por un chino que se convierte en un personaje más de la novela. Una imagen en un espejo y un vuelco a la vida… 
 
Los diálogos, aunque no aparecen destacados con el habitual guion medio, aportan frescura y ritmo a este título que camina entre amores y desamores, entre prohibiciones y relaciones peligrosas. O relaciones prohibidas como esa otra (no) vivida en la pensión en la que Cauby va deshaciendo los entresijos de sus sentimientos por Lavinia.   
 
En la novela también hay momentos para la corrupción, las drogas, la violencia y el ya comentado mundo de la prostitución. No faltan tampoco las escenas de sexo y de otro tipo de vicios y pecados. Aunque al principio cueste entrar en el relato, el autor poco a poco va conectando con el lector, seduciéndole con esa mezcla de todo que deja un buen sabor en el paladar. 
          “Lo que vemos en el mundo habla de los males amorosos, del amor que se torna una peste. Según   Schianberg, es difícil identificar el instante en que eso sucede. Conmigo y Lavinia fue fácil:     ya comenzó enfermo”. 
Por: María Vila
Fecha: 22-06-2016