Una radiografía prácticamente perfecta de la evolución de la ideología nazi durante la época de la ascensión al poder de Hitler. Eso fue lo que hizo Lion Feuchtwanger en Los hermanos Oppermann, un título que incluimos por su carácter y simbología dentro de nuestro especial sobre libros relacionados con el Holocausto.
La editorial Edaf ha editado recientemente esta historia que fue escrita casi de forma paralela a los hechos políticos y sociales, por lo que cobra todavía más valor el reflejo que hace el autor sobre unos acontecimientos a los que incluso se adelanta. Y es que hay momentos en los que Lion va más allá en algunos hechos que, por desgracia, acabarían ocurriendo de una forma similar a la que cuenta.
La narración gira alrededor de los hermanos Oppermann (Gustav, Martin, Klara y Edgar). Gustav es el que tiene un mayor protagonismo, aunque todos los personajes tienen unas características muy marcadas y el autor juega a la perfección con la psicología de los mismos para retratar las consecuencias del auge del movimiento nacional -así es como se refiere a la ideología nazi en el libro- en una familia judía de la alta burguesía alemana.
Con la celebración del 50 cumpleaños de Gustav un 16 de noviembre de 1932 da comienzo esta crónica de sentimientos y barbarie, de familia y crueldad, de poder y negación. La realidad de los hechos fue superando a unos protagonistas que inicialmente permanecen incrédulos ante todo lo que está sucediendo. Los hermanos y el resto de componenes de la familia van ofreciendo una visión del cambio que está sufriendo el país.
Los hermanos Oppermann es uno de esos libros que debe sobrevivir al paso del tiempo. Importante en su día por la denuncia que realizaba en tiempos muy complicados para contar el relato que ofrece, la historia tiene que servir para volver a recordar esa época previa al Holocausto.