Un viaje a lo más profundo de la remota Luisiana
Tim Gautreaux es el autor de una novela que nos muestra las heridas y las cicatrices del sur de Estados Unidos
Camina lento Luisiana, 1923 (La Huerta Grande), pero es de esos libros que te gustaría que no acabasen nunca, que pudieses mirar por la ventana y ver que sigue la vida contada por Tim Gautreaux.
Una novela que nos lleva hasta el sur de Estados Unidos para mostrarnos las heridas y cicatrices de la sociedad, pero también para mostrarnos el alma, la motivación y la vida de la gente del lugar. Un canto al amor y a la familia en una narración muy disfrutable si somos lectores que no vamos con prisas. De lo contrario, si queremos correr, tendremos que frenar de golpe y mejor dejarlo para otra ocasión.
Los hermanos Byron y Randolph son los personajes principales de esta historia. A ellos les tocará luchar contra la anarquía y la inmoralidad.
La relación que mantienen entre ellos es de lo más conmovedora. A lo largo de la novela también nos encontramos con personajes notablemente diseñados, como es el caso de los femeninos, de las esposas de los dos hermanos, mujeres fuertes que son capaces de resistir en un entorno hostil.
El autor (en la imagen) demuestra ser un excelente narrador de historias y un gran dominador del ritmo. Describe al detalle las situaciones... hasta los objetos. Una escritura que nos va creando imágenes de cada momento narrado. No cae en el sentimentalismo fácil a la hora de tratar las relaciones interpersonales.
Los trabajos están muy bien trabajados a lo largo de toda la novela. Como hemos dicho, si buscas acción o ritmo elevado, este no es el libro. Si aceptas que se trata de una lectura pausada, tendrás mucho ganado y podrás disfrutar bastante de un libro que bien podría ser una película de Clint Eastwood. Un drama violento con muchos contrastes que nos hará pasar grandes ratos.
La sinopsis
Antes de la Gran Guerra, Byron Aldridge llevaba una vida apacible en Pensilvania como heredero de un imperio maderero. Para su hermano pequeño Randolph, Byron ejercía de guía y de ídolo. Pero tras la guerra, el carismático Byron regresa de Francia convertido en un hombre diferente. Atormentado, huye de la familia y, después de pasar por diversos lugares y oficios, se refugia en un pequeño aserradero de la remota Luisiana, en donde trabajará de alguacil. Cuando su padre descubre su paradero, decide comprar la explotación y enviar a Randolph como director gerente del aserradero.
Allí, en un claro entre los cipreses de los pantanos, rodeado por caimanes y serpientes, en un mundo de barro y con un calor sofocante, la labor de los hombres se realiza en condiciones extenuantes. Bajo la dura ley impuesta por Byron, y embrutecidos por los placeres ofrecidos por los sicilianos que controlan el mercado del whisky y de las mujeres, el futuro allí parece haber sido entregado a la desesperanza. Es el lugar perfecto para que un hombre se represente su propia destrucción.
Randolph acudirá al aserradero para intentar reparar tan- to el negocio familiar como la dañada relación entre los hermanos. Inmersos en ese submundo, y acompañados y guiados por sus esposas, fabulosos personajes, los hermanos Aldridge intentarán recomponer el vínculo familiar mientras se enfrentan a los rigores y peligros de los días y de la mafia que pretende controlar la zona.
Luisiana, 1923 es una historia de historias y un hipnótico y maravilloso viaje a lo más profundo del juicio que define el alma de las personas. Pero es sobre todo una elegía a la familia y al amor. Ganadora del Southeastern Booksellers.