Un homenaje al legado literario de Agatha Christie

En un 'cozy crime' que lleva la firma de Nùria Pradas

"Recuerdo con una exactitud sobrecogedora el lamento de las tijeras al cortar el primer mechón de pelo. Una brizna roja. Una pluma de sangre. Un pestañeo y el suelo quedó alfombrado de aquel tono rojizo que era mi orgullo". Así comienza Apreciada señora Christie (Destino), un libro en el que Nùria Pradas rinde un homenaje al legado literario de la reina del misterio Agatha Christie 

Nos encontramos ante un intrigante cozy crime que transporará a los lectores a la Inglaterra de la posguerra. Con una narrativa envolvente, la obra sigue los pasos de Emma Marbury, una joven que hereda una librería en Dartmouth y que, sin buscarlo, se ve inmersa en una investigación con ecos de un caso criminal histórico. A medida que avanza la historia, la protagonista descubre que la verdad es más peligrosa de lo que imaginaba.

El relato se desarrolla en la década de 1940, en un país que aún lidia con las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. Emma, tras la muerte de su tía Pennelope Brent, recibe como legado una librería olvidada en un pueblo costero de Devon. Lejos de ser un simple traspaso de propiedad, este legado la lleva a desenterrar secretos que conectan un crimen local con uno de los más célebres de la historia británica, el caso del doctor Crippen.

Desde el momento en que cruza las puertas de The Blue House, la librería de su tía, Emma siente que su destino está ligado a los libros y a los enigmas que estos pueden esconder. Su curiosidad la empuja a investigar, siguiendo la lógica del célebre detective Hércules Poirot. En este proceso, recibe la inesperada ayuda de Agatha Christie, quien se convierte en una guía literaria y detectivesca para desentrañar los misterios que la rodean.

Uno de los aciertos de la novela es su ambientación. Pradas recrea con detalle el pueblo de Dartmouth, sus calles adoquinadas, el río Dart y la pequeña comunidad que habita en torno a la librería. Cada rincón del escenario parece diseñado para envolver a los personajes en un velo de misterio, mientras el eco de los crímenes del pasado se filtra en el presente.

Los personajes secundarios enriquecen la trama y dotan de profundidad a la historia. Figuras como la hostelera Angela McGregor, la joven Daisy Williams o el inspector retirado Legge aportan dinamismo al relato. A través de ellos, el lector se sumerge en una red de relaciones marcadas por la guerra, la desconfianza y la necesidad de reconstrucción.

El libro se estructura en varias partes, cada una de ellas con un propósito claro en la evolución de la protagonista y en la resolución del enigma. El ritmo de la narración alterna momentos de introspección con giros inesperados que mantienen la tensión. La autora utiliza un lenguaje cuidado, evocador y preciso, logrando captar la esencia de las novelas clásicas de misterio.

Más allá del suspense, la novela plantea una reflexión sobre el peso del pasado y el papel de la literatura en la construcción de la memoria. La figura de Agatha Christie funciona como un faro intelectual, una referencia que inspira a Emma a seguir adelante en su búsqueda de la verdad. La presencia de la escritora británica no es anecdótica, sino que se convierte en un eje fundamental de la trama.

El desenlace de la historia se resuelve con solvencia, dejando al lector con la sensación de haber recorrido un camino lleno de sombras y revelaciones. Sin recurrir a efectismos, Pradas cierra el relato con coherencia y elegancia, manteniéndose fiel a la tradición del género. Los amantes del misterio clásico y quienes disfrutan de novelas con una atmósfera envolvente van a pasar un feliz rato de lectura con esta obra de Pradas que cuenta con una protagonista carismática y que nos traerá al recuerdo a la gran reina del crimen. 

Por: Luis Galindo
Fecha: 22-02-2025