Tontos de capirote
Nueva edición de todo un best seller del mundo cofrade
A falta de una Semana Santa tradicional... libros. Al mal tiempo no queda otra que ponerle buena cara. La Semana Santa es otro de los acontecimientos que se ha suspendido por la pandemia mundial del Covid-19. Sin procesiones en la calle, la estación de penitencia irá por dentro. Un poco de inciencia, una buena marcha y, entre chicotá y chicotá en casa, un poco de humor. Que nunca viene mal para capear el temporal.
Este año no los veremos por las calles, pero siempre han estado y están ahí. Son los tontos de capirote, unos personajes que forman parte de las estampas cofrades de cada Semana Mayor. A estos peculiares actores secundarios los retrató perfectamente Francisco Robles hace 23 años en Tontos de capirote, un auténtico best seller en el mundo cofrade que cuenta con una nueva edición de El Paseo Editorial.
Cuando este libro -cuenta Carlos Herrera en el prólogo- vio la luz primera me llamó la atención la valentía de alguien capaz de señalar -con el dedo mojado en la ironía y el humor- a los pobladores de este planeta semanasantero que ocupa buena parte de nuestras ansias".
A lo largo de estas estaciones de penitencias literarias nos encontraremos con muchos tontos, el de la torrija, el del palquillo, el de las colecciones, el del Vía Crucis, el de la saeta y el del radiocasete. Ironía fina a ritmo de corneta. Los otros personajes de la Pasión. Ya tenemos puesto el capirote.
Me llamó la atención la valentía de alguien capaz de señalar a los pobladores de este planeta semanasantero
El tonto de la muerte
"El tonto de la muerte es un cursi melodramático que se refugia en un esteticismo más bien léxico y lleno de paradojas. La muerte puede ser una obra de arte, un contraste sublime y necesario en el centro justo de la primavera que nos renueva a través de los sentidos. El tonto de la muerte se emociona con los crucificados, bellísimos en su soledad, inertes y sin embargo rebosantes de matices. Este tonto, por lo general muy poco golpeado por la vida, piensa que en su razón todopoderosa se encuentran los extremos que definen la existencia, el molde que contiene las contradicciones metafísicas del universo".