Una lectura para recordar y jugar
En estas fechas de juguetes y regalos, nada mejor que un libro. Y si es un libro sobre juguetes, doblemente bueno. El juguete en México es el título que traemos a nuestro rincón de las reseñas. Un libro editado por Vaso Roto que cuenta con una hermosa portada y un prólogo de toda una Premio Cervantes como Elena Poniatowska.
Erik Castillo es el autor de este libro con sabor a infancia. Independientemente de la procedencia y origen de los juguetes, todo lector fue un niño que volverá a jugar al pasar las páginas de esta obra.
A pesar de la distancia, los juegos de acá y allá, del antes y del hoy, tienen muchos puntos en común como se puede ver a lo largo de El juguete en México. El libro comienza con alusiones al niño de El tambor de hojalata de Günter Grass y repasa posteriormente la historia del juguete popular mexicano.
A la historia se suma la cultura del juego que el autor explica: artefacto (juguete), práctica especial (juego), comunidad de practicantes (jugadores). Una cultura que es abordada desde una perspectiva histórica, creativa y productiva.
Las influencias de otros países y los cambios de diseño y estética también son analizados por un autor que transporta por la línea del tiempo muñecas, trenecitos y caballerías. Erik Castillo habla de las joyas de la juguetería popular, antigua y vintaje. Y de las colecciones, exposiciones y publicaciones especializadas. Además, también hace una mención sobre los museos y espacios culturales dedicados al juguete.
En su teoría del juego, Catillo introduce la diferencia entre juegos de niños y de adultos, para rendir tributo a continuación a los artistas, canciones y personajes vinculados en México al juguete. El libro llega a su fin con una representación de la vida mexicana en miniatura.
Sin lugar a dudas, El juguete en México es un libro distinto y especial. No siempre uno se encuentra con una lectura tan lúdica, recreativa y nostálgica.