Pedaleando en el infierno
De los éxitos a las miserias del deporte profesional en una novela sobre ciclismo escrita por Jorge Quintana
Los amantes del ciclismo de hace un par de décadas, de ese ciclismo que ya parece perdido, van a disfrutar con la lectura de Pedaleando en el infierno (Libros de Ruta), una novela que nos llevará al ciclismo de principios de siglo para correr varias etapas negras de aquella época.
Junto a Lucas Castro, un ciclista de ficción, conoceremos los miedos, ambiciones e ilusiones de una generación de ciclistas. Desde los sueños por llegar hasta las decepciones que ofrece el, en muchas ocasiones, contaminado deporte profesional. La famosa Operación Puerto también forma parte de un libro que es mucho más que una novela sobre ciclismo.
El periodista valenciano Jorge Quintana es el autor de esta biografía, como se anuncia junto al título del libro, de un ciclista en tiempos de penumbra. Está claro que el libro es recomendable para amantes del ciclismo, pero también para todo aquel lector que guste del retrato de una época que estuvo marcada por la corrupción en diferentes sectores de la sociedad. Pocos se salvaron.
En la narrativa se nota la mano periodística del autor que recurre a un estilo directo, subiendo a buen ritmo y esprintando cuando es necesario. La novela se abraza con la crónica periodística en la que difícilmente sabremos diferenciar la ficción de esa realidad que marcó a la época por la que transita el libro. De los éxitos a las miserias, de las alegrías a las vergüenzas del deporte profesional, de las pedaladas al EPO en un libro que se encuentra entre los primeros del pelotón de nuestro especial sobre libros deportivos.
Así comienza...
"Hoy me levanto nervioso. No es algo extraordinario en mi vida. En realidad, me sucede cada vez que me enfrento a un día especial. Pero lo mejor será que empiece presentándome: me llamo Lucas Castro y mi vida entera gira alrededor del ciclismo. En este caso estoy ansioso porque no hablamos de una etapa de alta montaña. Hablamos de la jornada decisiva en la, posiblemente, la carrera más dura del mundo. Para mí, no hay ninguna duda: hoy es un todo o nada. Se acabó pensar en el día siguiente. No hay futuro. Tampoco pasado. Solo vivo para el presente. Así de fácil y de cruel es el deporte profesional. Desayuno con un nudo en el estómago. Siempre me pasa. No sé cómo llenar las primeras horas de la mañana. En cambio, sí sé lo que voy a hacer el resto de la jornada: sufrir como un perro. No sé por qué, pero me encanta esa expresión".