La estética humana de Bagdad
Las noticias reflejan la oscuridad de lugares que son marcados de forma siniestra por la historia que va hilando la humanidad. Pero lejos de la crueldad de los hombres, de las guerras, de la autodestrucción, hay un poco de luz. Y esa claridad en una ciudad apagada por las bombas es la que transmite el escritor iraquí Sinan Antoon en Fragmentos de Bagdad (Turner).
A pesar de ser una ciudad maltratada por la barbarie, Bagdad también tiene una cara afable, vital y cultural. Esa lucha entre las dos caras, entre el bien y el mal, centra el diálogo entre Yúsuf -un anciano que vivió tiempos mejores- y su sobrina Maha, cansada de atentados y violencia.
Los protagonistas recorren el pasado, presente y futuro con mensajes antagónicos y con miles de imágenes que llevan a profundas reflexiones. Con el ayer, a pesar del gris presente, se puede construir un mañana prometedor. Pero, mientras, la supervivencia no está garantizada.
La novela fue finalista del International Prize for Arabic Fiction 2013. Durante el relato, imperdible para comprender y conocer más la realidad iraquí, aparecen citas evangélicas y se dibuja un retrato de las costumbres cristianas del siglo pasado. El título original es Ave María.