La biblia ovni
Una auténtica reliquia. Cuarenta y cuatro años de periodismo de investigación sobre el fenómeno ovni en, a buen seguro, uno de los mejores libros nunca escritos sobre la temática. Nada más y nada menos que 300 impactantes casos y la firma, ahí es nada, de una auténtica institución en la materia como Juan José Benítez. La tarjeta de presentación de Sólo para tus ojos (Planeta) es difícilmente superable.
JJ Benítez celebra este año su 70 aniversario y ha querido regalar a sus lectores un trabajo que tenía que estar sí o sí en nuestro especial sobre libros del misterio. Con más de 20 libros relacionados con la ufología, Sólo para tus ojos es una magistral recopilación de casos. Con una sobresaliente documentación, el autor ha dividido el libro en dos capítulos en función de dos cuestiones. Por un lado plantea si nos encontramos ante un fenómeno real y, por el otro, aborda el tema de la procedencia de estos objetos y seres no terrenales.
Un resumen de toda una vida de dedicación a perseguir ovnis. Un análisis pormenorizado y una recopilación de los más de 26 mil testigos a los que ha interrogado a lo largo de su carrera. Por supuesto, no faltan en este libro imágenes e ilustraciones que complementan a la perfección el trabajo realizado por JJ Benítez. Nos encontramos con un extenso cuaderno de campo que hará las delicias de amantes, y no, del fenómeno ovni.
Sólo para tus ojos comienza con el suceso que el autor vivió en primera persona cuando tenía seis años y, durante tres horas, desapareció en la aldea navarra de Urdax. Imposible sería destacar unos casos sobre otros. Todos están contados de manera fiel a los hechos. ¿Existen o no los extraterrestres? ¿Cómo son? ¿De dónde vienen? Sólo para tus ojos tiene las respuestas. Y el lector, en algo que se agradece enormemente al no encontrarnos con una escritura que invite a la inducción, sacará sus propias conclusiones.
“Entonces me entró miedo de verdad. Aceleré y el ovni se quedó atrás. Pero, al poco, estaba de nuevo sobre la carretera, por delante del coche. Yo, aterrorizado, tomé la primera salida de Jerez y vi cómo la nave cruzaba la autopista, siguiéndome. Al llegar al cruce de Sanlúcar estaba sobre mi cabeza. Era un triángulo. ¿Cómo pudo cambiar de forma? Lo vieron otros coches. Yo arranqué de nuevo y me fui para Rota”.