El viaje de Ivana, lucha y progreso con nombre de mujer
Valeria Cordini es la autora de una novela de amores imposibles y éxitos profesionales que busca nuestro lugar en el mundo
El siguiente libro nos traslada hasta Shanghái, "la ciudad que respira altura, la ciudad de los mil y un sueños escondidos en una niebla oscura. La ciudad de las torres doradas, de las cúpulas gigantes, de las luces vibrantes". En la nueva capital financiera del mundo conoceremos a la directiva de una multinacional, una mujer inteligente que es la protagonista de El viaje de Ivana (Libros La Tortuga Boba).
La ciudad china, Houston y Madrid son tres de los escenarios por los que transita este viaje interior que, durante siete meses, nos llevará por apasionados encuentros y un amor imposible. Una novela que va más allá de una lectura romántica. Numerosos son los sentimientos que nos dejará su lectura. Una historia que nos hará reflexionar sobre nuestra búsqueda personal, nuestros deseos e inquietudes.
En ese camino de encontrar su lugar en el mundo está Ivana, una mujer de lo más atractiva con un carácter especial. Alan, un directivo de éxito, y Alfredo, un culto abogado, son los otros dos vértices de este triángulo de sensaciones que juega con la verdad, las limitaciones que nos ponemos y nuestros miedos.
Un viaje de transformación personal
Valeria Cordini es la autora de una novela que cuenta con unos diálogos con mucha fuerza y que además cuenta con ese poder reivindicativo de los logros que ha conseguido la mujer frente al machismo dominante en muchos sectores de la sociedad. En un mundo, el de los negocios, reservado en su mayoría para hombres, Ivana ha logrado hacerse con un hueco importante. Ha luchado al máximo para alcanzar el éxito profesional, pero no ha conseguido compatibilizarlo con el personal. Y ahí es donde comienza ese viaje de transformación que realiza la protagonista del libro.
Una historia de idas y venidas, de huidas y refugios, de apariencias y contrastes, de entornos privilegiados, que cuenta con un personaje protagónico muy bien definido, una mujer con gran personalidad que representa la lucha y el progreso.
Su piel era su límite, su confín. Nadie podía llegar a nada más con Ivana sin traspasar la barrera de su dermis. Alan había sabido contornear su cuello con las yemas de los dedos. El roce suave de su mano, mezclado con la brisa húmeda de Shanghái, había generado un súbito placer en Ivana, había abierto la compuerta a lo que llevaba años preso, un tornado oculto, un ciclón imparable avanzado por todo su cuerpo
El viaje de Ivana
