El Macondo español escribe sobre 'Los amores perdidos'
Miguel de León publica con Plaza & Janés
Un autor con una biografía de novela escribe la novela de su vida en Los amores perdidos (Plaza & Janés) una mirada a la España de posguerra escrita con un estilo cultivado al sol de la pasión por los libros. Una narración intensa boradada sobre un tapiz familiar con un gusto y una capacidad narrativa que recuerdan a Gabriel García Márquez.
Como apasionado del Nobel colombiano y también coleccionista -como el autor- y lector de su obra, me ha fascinado esta historia de amores imposibles, de familias enfrentadas y del particular Macondo de Miguel de León. El Terrero, un pueblo canario, es el escenario sobre el que transcurre en mayor parte un relato que también viaja hasta Nueva York.
Los amores perdidos es una novela de las que te marcan, de las que sientes mientras lees, de las que te apena terminar. Con un final muy bien rematado tras todos los lazos biertos de una historia alimentada deliciosamente por las descripciones. La relación de Arturo y Alejandra, una pareja de idas y venidas, marca el devenir de esta novela coral en la que las familias Bernal y Quíner muestran sus diferencias.
Con unos personajes muy perfilados y unos tiempos marcados perfectamente, el libro está dividido en tres partes. La primera de ellas nos introduce en el contexto y los personajes. Y posteriormente caminaremos por una trama y un desenlace que nos muestran los miedos, la falta de libertades y las cicatrices de la dictadura. Todo esto retratado de una forma excepcional entre traiciones, amarguras y recuerdos por los que se fueron y ya no están.