Cuentos eróticos' en el bicentenario de la muerte del Marqués de Sade
Coincidiendo con el bicentenario de la muerte de Donatien Alphonse François de Sade, más conocido como el Marqués de Sade, Hermida Editores ha recuperado los Cuentos eróticos del autor parisino.
Como se indica desde la referida editorial, "el erotismo que destilan los relatos de Sade responde a su concepción de la libertad del deseo erótico, en la que priman la sensualidad y la trasgresión". La obra fue escrita durante el periodo de 27 años que pasó en cautiverio. Están redactados en una prosa clara, sosegada y alegre. Su lectura deja grandes dosis de picante y diversión.
El autor:
Donatien-Alphonse-François, marqués de Sade (París, 1740- Charenton, 1814): Hijo de una familia de la antigua nobleza provenzal, se educó en un monasterio benedictino y en un colegio, en donde fue tutelado por un sacerdote y tío suyo. A los diez años presenció las continuas orgías que éste organizaba en su castillo de Saumane. Ingresó en la escuela de Caballería de la Guardia Real y participó en la guerra de los Siete Años.
A los veintitrés años se casó por conveniencia con la hija de un nuevo rico. A los cuatro meses de su boda fue detenido acusado de actos de perversión sexual, blasfemias y profanación religiosa. Por su condición de noble fue desterrado a las propiedades que su familia poseía en la Provenza. En 1772 varias prostitutas lo acusan de haberlas fustigado y sodomizado. En el juicio se le condena a muerte y a que su cuerpo sea quemado. Escapó entonces a Italia, acompañado de su cuñada, abadesa de un convento. Por influencia de su suegra son apresados y encarcelados en la fortaleza de Miolans, de la que se fuga.
En muchos de sus libros, como Justina o los infortunios de la virtud (1791), Juliette o las prosperidades del vicio (1796), Los ciento veinte días de Sodoma y La filosofía en el tocador (1795), describe con detalle diversas prácticas sexuales.
Su filosofía considera naturales tanto los actos criminales como las desviaciones sexuales. Sus obras fueron calificadas de obscenas y hasta bien entrado el siglo XX estuvo prohibida su publicación. Encarcelado en Vincennes, pasó seis años en esta prisión. Después fue trasladado a la Bastilla y en 1789 al hospital psiquiátrico de Charenton. Abandonó el hospital en 1790 pero fue detenido otra vez en 1801. Recluido en varias prisiones, en 1803 ingresó de nuevo en Charenton, donde falleció en 1814.