El mundo que no queremos en un libro muy necesario. Ojalá que no sea profética, pero lo que está claro es que no podemos escapar a los tiempos de barbarie que corren actualmente. Da miedo solo pensar que lo que leemos puede convertirse algún día en realidad. Por eso, por la llamada de alarma, por el análisis de un régimen totalitario como el del imperio de Abistán, no podemos perdernos 2084. El fin del mundo (Seix Barral) Dominación, dictadura y religión como apocalipsis final en un libro escrito con prosa firme por Boualem Sansal. 

Directo y punzante relato de una ficción que no anda muy lejos de la actualidad. Cuando se acaba de cumplir el primer aniversario de la matanza terrorista que dejó más de 130 muertos en París, el mundo sigue consternado y con miedo por el horror de ese radicalismo religioso que no detiene sus atentados contra la sociedad democrática.

En 2084, precisamente, nos encontramos con el triunfo de los extremismos. Inevitable es, al hablar de este libro, no mencionar otra novela política de ficción como 1984, de George Orwell. Cien años antes, en cuanto al nombre, pero con muchos puntos en común al quedar retratadas dos sociedades que obedecen a funcionamientos totalitarios y represores. Los guiños de Sansal a Orwell son claros a lo largo de la novela. 

Todo aquel lector que quiera hacerse una idea de cómo sería el mundo si ganasen los extremistas debe asomarse a la obra de Sansal. Aunque el autor emplea la parábola para referirse al islamismo, la lectura no languidece a la hora de reflejar con máxima libertad el modelo de abuso y destrucción de un régimen que, en el caso de 2084, tiene presos de la religión -hasta nueve rezos diarios- a sus habitantes. 

Aunque la composición de lugar y personajes inicial transcurre a ritmo lento, el libro va ganando fuerza con el paso de sus páginas. De marcado carácter apocalíptico, Ati es el personaje central sobre el que va girando la otra historia, aquella que sirve como excusa para representar la deshumanización de la sociedad en un libro que pone la voz de alarma sobre lo que puede estar por venir.