Vestida de corto o el despertar de la sexualidad
Marie Gauthier es la autora de una novela corta que desprende sensualidad, belleza y erotismo
Sensualidad y belleza se unen en una novela corta que desprende erotismo y que nos trae recuerdos nostálgicos de veranos pasados en un ayer al que volvemos para recordar nuestras primeras aventuras amorosas.
Un pequeño pueblo del interior de Francia es el escenario en el que transcurre esta historia protagonizada por el joven Félix que, a sus catorce años, acaba sintiendo una inevitable atracción por Gil, la hija del jefe y dos años mayor que él.
De repente, reparó en el bañador de Félix. Solo lo miró de soslayo, como sin querer, pero ese breve instante le provocó una cierta impresión. Era de tela fina y color azul cielo. El cuerpo de Félix, embutido en ese bañador, ya no era el de un niño. La proximidad de ambos cuerpos se volvió entonces inquietante. Algo cobraba vida con una frágil intensidad. El aire caliente que venía del parque los acariciaba
Vestida de cortoPremio Goncourt de Primera Novela 2019
El deseo, el paso de la niñez a la adolescencia, el despertar sexual forman parte de Vestida de corto (Nórdica Libros), un libro que ha sido galardonado con el Premio Goncourt de Primera Novela 2019.
La historia de uno de esos veranos que acaban marcando nuestra juventud. Marie Gauthier es la autora de este libro que se puede oler, que se puede sentir, que se puede escuchar: el aroma del café por la mañana, el calor asfixiante... La traducción corre a cargo de Blanca Gago.
Félix se dio cuenta de que Gil se había fijado en eso. No se movió, sino que esperó a que pasara. Ella estaba sorprendida. Veía el cuerpo de Félix como si comenzara a existir. Algo nuevo se había instaurado. Un chico se estaba convirtiendo en un hombre. Un chico y una chica vivían un extraño instante, un gran momento de turbación junto al borde de la piscina. Ella no lo había hecho con intención, no había querido verlo. Simplemente, lo descubrió con la mirada al volverse
Vestida de cortoEl lector que se acerque a esta novela tiene que tener claro que no se va a encontrar con una historia trascendental. Vestida de corto hay que tomarla como una pausa de verano, como un recuerdo que vuelve, como la reconstrucción de nuestra transformación de juventud. El adiós a la inocencia contado con una prosa directa que no busca la sutileza.
Félix no se movió ni un milímetro. Dudaba entre irse ya al vestuario o no. Miró hacia los niños, al vendedor de golosinas, con sus caramelos de colores dispuestos en filas y su sombrero de paja. De todos modos, ya se acercaba la hora de marcharse. En una fracción de segundo, Gil había descubierto algo que la había dejado sin voz. Un instante que lo cambiaba todo, subvertía la situación. Félix no había hecho ni dicho nada. Finalmente, echó a andar hacia el vestuario para cambiarse
Vestida de corto