Una reliquia de la felicidad de los 80
Los 80... En estos tiempos actuales tengo la sensación, casi certeza, de que cualquier época pasada fue mejor. Pero si hablamos de los 80... muchos de los que recorrimos las calles del tiempo de aquella década nos mudaríamos directamente a ese barrio del pasado.Mientras que llega la máquina del tiempo podemos regresar a esa estación del ayer gracias a Xavier Gassió y su libro Cuando éramos felices y todo era una fiesta (Lunwerg). Y siento que lo éramos. O al menos recordamos serlo con aquellos tiempos menos dificultosos que los de ahora.
Una sociedad que cambiaba, que evolucionaba tras tantos años de dictadura. Años que marcaron y que quedan retratados magistralmente en un libro que invita a la nostalgia con el recuerdo de aquellas películas, canciones, objetos y canciones que nos acompañaron en nuestra vida cotidiana, en las primeras citas, en aquellos momentos en los que valorábamos más todo lo que teníamos.
El recorrido visual que nos ofrece el libro es impresionante. Pasar las páginas de Cuando éramos felices y todo era una fiesta es como esa película que dicen que aparece rápidamente cuando uno está a punto de partir hacia nuevos mundos. A nuestra memoria van llegando imágenes que nos llevan a lugares, situaciones, recuerdos que teníamos guardados en la memoria.
El libro comienza con la transición, con los llamativos carteles electorales de entonces y con los políticos de turno del momento. Anuncios, ilustraciones, revistas, libros, pequeñas historias, anécdotas y curiosidades que nos trasportan al pasado y nos dejan infinidad de sensaciones.
Cuando éramos felices y todo era una fiesta es una auténtica reliquia. Los peinados de la época, la moda, los perfumes y hasta la ropa interior ochentera... Folclóricas, movida madrileña, los discos de vinilo y una lista de éxitos musicales para bailar y soñar.
El cine, los videoclub y el papel del sexo y el desnudo, con recorrido por películas, revistas de papel, locales de espectáculos y salas X, también aparecen dentro de este maravilloso paseo en el que no podía faltar las visitas al circo y las pistas de baile. Y, casi para acabar, unas partidas a los juegos de mesa de entonces. Con un repaso a los escritores, prensa y televisión de la década nos despedimos de esta fiesta con un mensaje: "Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo".