Una operación magistral con un alto ritmo cardíaco
En 'El Paciente' de Juan Gómez-Jurado, el escritor dibuja un laberinto existencial en el que plantea un dilema moral
Con la misma precisión que el neurocirujano David Evans emplea en sus intervenciones, Juan Goméz-Jurado ha trazado una trama espectacular. Un thriller con un alto ritmo cardíaco que llevará al lector a un estado permanente de tensión. El escritor dibuja un laberinto existencial en el que plantea un dilema moral.
Desde el inicio, Gómez-Jurado nos lleva a buscar la salida mientras nos preguntamos una y otra vez hasta dónde seríamos capaces de llegar para salvar la vida de un hijo.
Su lenguaje directo convierte las letras en imágenes cargadas de acción. Nada más comenzar la cuenta atrás comprobará que no hay mejor sala de cine que la pantalla de las páginas de El Paciente. Una vez que empiece no podrá parar hasta quedar fascinado por el desenlace de la historia.
La narración en primera persona le da una carga mayor de suspense y magnetismo. Una historia de amor dentro de otra. Un protagonista con dos hemisferios que será arrojado a lo irracional por la frialdad de uno de los personajes.
Un relato con escenarios médicos que mantiene revolucionado el pulso del lector. Más acción. Y entre la oscuridad de la perversión y el poder aparece la luz de los sentimientos de un padre y una hija. Tan simple, pero a la vez tan apasionante y complejo.
Ni siquiera con el final acaba la historia, ya que no dejará de reflexionar durante varios días en los que se cuestionará sus propios límites.