Una novela para conocer la historia de Mallorca
Alejandro Bosch es el autor de 'La Costa de las Piedras'
La historia de la Conquista de Mallorca se convierte en protagonista en La Costa de las Piedras (Editorial Dúplum), una novela que reúne varios géneros, pasando de la parte histórica al romanticismo sin olvidarse de la aventura ni del misterio.
Alejandro Bosch es el autor de esta narración, que cuenta con una gran documentación, que nos lleva al período de los años comprendidos entre 1229 y 1231. Con numerosos registros narrativos y saltos en el tiempo –la historia transcurre principalmente en el presente, pero viajamos en el tiempo para la conquista cristiana– el autor nos acerca a esas señas de identidad heredadas por una tierra que conocemos más gracias a Ron, un geólogo recién doctorado, y Patricia, una editora de libros históricos.
Mi vida hasta ese momento había seguido un camino trillado. Solo me faltaban unos metros para llegar a la playa secreta; era el momento de crear mi propio destino
La Costa de las PiedrasUna ficción con mucho de realidad, una novela que va atrapando al lector con un buen ritmo, una historia repleto de sentimientos y emociones. Presente y pasado se van uniendo, con cantidad de datos y detalles sobre Mallorca, y con esa capacidad de seducir, literariamente hablando, con ese juego empleado por el autor en el que frases largas se intercambian con cortas.
Aunque está centrada en Mallorca, para nada es una novela localista. Los temas que trata Bosch son universales. La trama está muy bien orquestada y la acción le da un extra, junto a unos personajes notablemente definidos.
Así comienza...
El día que comienza mi historia sucede en un lugar donde el sol hace sudar el polvo, en una tierra de rocas ricas en formas modeladas por el viento, el embate de las olas y el paso de los años.
Me encanta observar estas rocas. Unas se tornan puntiagudas, otras cuchillas para los pies ingenuos, otras se postran dulces con sus formas generosas llanas amables bajo nuestras plantas de carne blanca.
El día que comienza mi historia amaneció extravagante, de otro color. Gris desde las olas grises empujando las rocas puntiagudas y las puntiobtusas a las nubes excelsas gordas grises emblemáticas envueltas en una luz semejante a un recuerdo infantil.