No más pruebas, señor fantasma
Si has visto un fantasma, si crees en su existencia, si quieres conocerlos mejor, no te puedes perder este libro: La historia de los fantasmas. 500 años buscando pruebas (Siruela). Roger Clarke, su autor, deja bien claro en las páginas de su obra que no estamos ante un libro que trata sobre si los fantasmas existen o no. Es una obra sobre lo que vemos y sentimos cuando nos encontramos con un fantasma.
Y sobre todas esas sensaciones y todas las historias que se han ido heredando en los últimos cinco siglos habla este libro que está centrado en Inglaterra, país del autor. ¿Son todos los fantasmas iguales? ¿Cuántos tipos de fantasmas existen? ¿Cambian y evolucionan con el paso de los años? ¿Tienen clase social? Clarke aborda estas cuestiones a lo largo de un ensayo de lo más interesante.
“Habían visto el fantasma de Maria Manning en la venta, lo había atisbado desde la calle. Los contemplaba con la mirada muerta de sus ojos de asesina. Lucía el mismo vestido negro en el que iba enfundada camino de la horca en noviembre de 1849, los mismos guantes largos que tejieron la manicura de sus manos cuando subió al patíbulo en Horsemonger Lane”.
El autor nos presenta a algunos de los fantasmas más famosos de los últimos tiempos. Nos lleva por casas encantadas para mostrarnos las andanzas de estos peculiares amigos que en muchos casos se dedican a armar ruido o cambiar las cosas de sitio. Los vínculos de los poltergeist con la literatura, el papel que han ido teniendo con el paso de los años, las formas que pueden adoptar, la necesidad de creer en ellos, los fraudes relacionados con este mundo paranormal y los cazadores de fantasmas son parte de la esencia de un libro contado con mucha naturalidad a pesar de tratar fenómenos tan alejados de la normalidad.
Para los que creen, para los escépticos y para los fantasmas. Para todos ellos es recomendable un libro que destaca por su documentación, por la capacidad de descripción y análisis demostradas por un Roger Clarke que también nos hace pasar miedo durante algunos de los pasajes del libro.
“El hecho de ver fantasmas siempre ha estado tan envuelto en emotividad e histeria que la mejor manera de demostrar su existencia es por medio de la ciencia y la tecnología y, efectivamente, durante muchos años se ha dedicado a esta tarea toda una serie de prácticas basadas en el trabajo de laboratorio. Aun así, la tecnología no siempre ha estado al servicio de la verdad en tales cuestiones: más bien ha sido al revés”.