A veces un premio no es sinónimo de calidad. En la época de la mercadotecnia y el efectismo, en unos tiempos donde a veces interesa más lo viral, lo mediático y lo que va a hacer ruido, dejarse llevar por galardones -por muy prestigiosos que sean- no tiene que ser sinónimo de acierto.

Por otro lado, hay vida más allá de creadores mediáticos y con notable presencia en televisión, como ocurre en casos como los de los escritores Juan Gómez-Jurado y Arturo Pérez-Reverte.

 Hay vida más allá de gente que aparece en La Revuelta o El Hormiguero. Paloma Sánchez-Garnica es un ejemplo. La escritora es Premio Planeta 2024 gracias a su obra Victoria. También puede presumir de ser Premio de Novela Fernando Larra 2016, por Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido. Son sólo dos ejemplos de la capacidad para conectar con los lectores de la escritora, una de las referencias de novela histórica de la literatura española, pero que es mucho más que eso.

Pero el que sea recomendable no responde a galardones como los comentados. Con una gran atracción por los acontecimientos más notables del siglo XX, tiene en La sospecha de Sofía o Últimos días en Berlín creaciones maravillosas. Son libros que te trasportan a tiempos convulsos, donde la Alemania nazi o la Unión Soviética y sus tentáculos comunistas, te atrapan, sobre todo, si te apasiona la historia. O la España de otra época. En la presencia de personajes con historia puede estar la clave de su éxito.

Con una literatura sencilla, fuera de subterfugios y fuegos artificiales, la autora tiene la capacidad de engancharte a los personajes, con la mujer en un papel casi siempre estelar y fundamental en las tramas.

Un ejemplo de esto lo encontramos en una de las obras citadas anteriormente, Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido. El libro es un viaje por la vida de personas, principalmente mujeres, a través del cual se abordan temas muy de actualidad tanto desde el punto de vista social -la violencia de género- como desde el plano más individual -la soledad, el miedo a no cuadrar en el tiempo y con la gente que te ha tocado vivir...-. 

La conexión con la historias y todo lo que hay detrás de las personas que forman parte de la trama es una de las grandes virtudes que ayudan a Paloma Sánchez-Garnica a tener la comunidad lectora que tiene.

 Sin duda alguna, la escritora ha sabido adentrarse en el fascinante mundo de crear libros muy vendidos sin dejar a un lado su capacidad crítica y de exposición de ciertos episodios históricos y sociales que no pueden ser olvidados ni obviados. Generación de capacidad crítica y reflexiva lo llamarían algunas personas. 

1) Una literatura reconocida con grandes premios

Como hemos indicado anteriormente, el galardón más reciente es el Planeta 2024, pero también puede presumir de tener el Premio de Novela Fernando Larra, conseguido en 2016.

2) Contenido histórico

Muchas de sus obras fundamenta la trama en acontecimientos históricos del siglo XX. Pero no es todo, pues en sus personajes hay mucho de esa literatura capaz de radiografiar de forma perfecta a las personas.

3) Libros extensos pero fáciles de leer

Si te dan miedo las obras con muchas páginas, los libros de Paloma Sánchez-Garnica puede que te generen miedo inicialmente. Pero una vez que comienzas a leerlos y te captan, las páginas se pasan volando. Es lo que tienen los libros adictivos.

4) Personajes con gran carga

Ya lo adelantamos antes. Los personajes que crea Paloma Sánchez-Garnica son muy ricos, y no precisamente desde el punto de vista económico. Mujeres atormentadas por su pasado o presente, hombres que se debaten entre el honor o la vida... No hay personaje vacío, inútil en sus obras.

5) Literatura española de calidad

La novela histórica tiene muchos padres y madres. Paloma Sánchez-Garnica está, sin duda alguna, en ese selecto número de escritoras que marcan tendencia.