Mi juerga flamenca con 'Camarón de la Isla, el dolor de un príncipe'
A principios de este mes, el día 2 concretamente, se cumplían 22 años de la muerte de un mito del flamenco como José Monge Cruz. Desde entonces, mucho se ha escrito y hablado sobre el gran cantaor. Y quizás todo lo más importante se encuentre dentro de las páginas de un libro que se escribió poco tiempo después de fallecer el genio de la Isla de León.
Camarón de la Isla, el dolor de un príncipe (Libros del K.O) es un libro que va dibujando entre palmas los paisajes de la vida del singular artista. Una obra, a camino entre la biografía y el relato periódistico, escrita de forma súblime por un Francisco Peregil que demuestra con garantías poseer un enorme conocimiento del mundo del flamenco y de todas las interioridades que marcaron a Camarón.
Llama poderosamente la atención que el autor solo contase con 25 años cuando escribió un libro que en esta nueva edición cuenta con el epílogo de Silvia Cruz Lapeña.
Tal vez lo que se cuente en las páginas del libro sean datos que conocía el público que más o menos seguía al artista, pero en las letras de Peregil suena más profundo, más hondo.
La definición que se hace previamente sobre la obra es para enmarcar: "Este libro se lee como una juerga flamenca". Con esta frase queda claro que nos encontramos con un libro peculiar, diferente, con un quejío distinto que representa sin cortapisas el mundillo del flamenco.
"El cáncer que lo mató, la droga que lo destruyó y la hija que tuvo fuera del matrimonio". Esta es otra de las afirmaciones que demuestran que el escritor fue fiel al guión de la vida, sin adulaciones ni edulcorantes, sin palabrería barata para engrandecer la figura de un tipo gigante por su voz y su cante.
El relato es puro cante que va dando paso a diferentes palos mediante anécdotas, entrevistas y testimonios de gente del flamenco como Tomasito, Paco Cepero o Paco de Lucía. Un libro de contrastes, de aplausos y soledad, de luces y momentos oscuros.