Medida precisa de religión, historia y filosofía para superar el reto
Jesús San Gil, autor de Tránsito (Ediciones Carena), supera en esta novela el reto de combinar tres elementos complicados a la hora de escribir como son la ficción, la historia y la filosofía. Utilizando un poco de todo, en la justa medida y dosis adecuada, San Gil logra un relato ágil y entretenido.
Y no es fácil conseguirlo cuando un libro aborda temas como el sentimiento de la vida, el nacimiento o la muerte en función de las religiones. Sin embargo, el autor hace un recorrido con tacto y sentido sobre elementos tan vitales para el ser humano.
La novela gira alrededor de Pietro, un joven protagonista que sueña con recuperar para Roma el esplendor de épocas pasadas. Nacido en 1705 en el seno de una familia acomodado y llamado por algunos El loco del Travertino, su fascinación por las guerras es total.
No tiene amigos, ni relaciones, ni nada de nada. En la mente de Pietro únicamente hay lugar para invasiones, grandes ejércitos y reconquistas para crear un nuevo imperio. Ambición y poder que pasan a un segundo plano cuando aparece en acción un mago que da un vuelco a la novela.
Es entonces cuando comienza el tránsito a otra historia dentro del propio relato. Pietro inicia una serie de viajes espirituales que le llevan a vivir otras vidas, siempre relacionadas con la religición. Desde la Meca a tierras gallegas, desde un monje budista a un aprendiz de la doctrina de Confucio.
Y tras todos esos viajes llega el viaje más importante, el que Pietro hace a su interior con una evolución total de sus pensamientos tras conocer y comprender, como le pedía el mago, otros mundos, otras culturas, otras religiones.
San Gil lleva hasta la reflexión y meditación al lector, que compartirá la lectura con su propia valoración sobre el bien y el mal.