Madrid y Galdós
Los recuerdos y memorias de la pasión que sintió el escritor canario por la capital de España
En el año en el que se conmemora el centenario del fallecimiento de Benito Pérez Galdós, Ediciones La Librería ha rescatado los recuerdos y memorias del Madrid que vivió el escritor canario. Fátima de la Fuente del Moral y Enrique Fernández Envid son los autores de Madrid y Galdós, un libro que camina por las calles de la época. Con numerosas ilustraciones y fotografías, de la mano de Galdós, pero también junto a otros personajes como Isabel II o el Marqués de Salamanca.
Si los parisinos caminan por su ciudad acompañados por Balzac y los londinenses van de la mano de Dickens, nosotros nos planteamos pasear por nuestro Madrid con Galdós al lado
Sobre Madrid y Galdós
Desde que llegó a Madrid, el autor de Episodios nacionales se enamoró de la capital y muchas de sus obras, como Fortunata y Jacinta o Misericordia, están ambientadas en esa ciudad que iba creciendo entre el bullicio de sus calles y las transformaciones sociales, culturales y urbanísticas. Un libro con el que viviremos acontecimientos como la construcción del barrio de Salamanca, el asesinato de Prim o el atentado contra el rey Amadeo de Saboya.
"Nos encontramos en 1862. En los últimos cien años Madrid ya ha sufrido los efectos de tres desamortizaciones: la de Godoy, de 1798; la de Mendizábal, de 1836, y la de Madoz, de 1855. Aún faltan treinta y ocho años para que acabe un siglo en el que, a su fin, se habrán sucedido ciento treinta gobiernos y decenas de regímenes provisionales, se habrán promulgado nueve constituciones, se habrá asistido a tres destronamientos, a cinco guerras civiles y a un número incalculable de revoluciones que podríamos redondear en dos mil. En resumen, a lo largo del siglo XIX, cada diecisiete días hubo un intento de derrocar al Gobierno". Así comienza Madrid y Galdós.
Benito fue el menor de diez hermanos. Su padre, Sebastián Pérez, era teniente coronel del Ejército; su madre, Dolores Galdós, hija de un secretario dela Inquisición. Como podréis imaginar por el carácter conservador de sus progenitores,el pequeño recibió una educación muy estricta
Madrid y Galdós
