Lo cotidiano como protagonista
Como amante de las historias de amigos, de los recuerdos, de la nostalgia del pasado, con Hasta aquí hemos llegado, novela de Francisco José Oto Bolea publicada por Ediciones Alfar, he recorrido momentos del ayer entre la diversión y la añoranza.
El relato, ambientado en un pueblo rural, cuenta la historia de un grupo de amigos que vuelve a coincidir en el funeral de uno de ellos. Una historia cotidiana, con temas comunes como el amor o lo profesional, contada de forma amena y con una buena mezcla de humor y acidez.
El pueblo, el enclave en el que se sitúa la historia, le da un aire especial a esta novela sobre las relaciones, la amistad y los cambios de la vidad. Ocho son los amigos, todos de la misma generación, que comparten vivencias y tiempos pasados en una especie de balance personal y colectivo.
Todos ellos están totalmente definidos y tienen unas características muy marcadas. Desde una ama de casa, a un profesor o un político. Todos ellos, además de compartir el año de nacimiento (1968), tienen su propio capítulo, en el que toman la voz principal para narrar en primera persona cómo les ha tratado la vida hasta llegar a ese 2011 en el que vuelven a coincidir.
La crisis está golpeando duramente en el referido año y en muchas de las situaciones narradas se puede sentir identificado el lector. Con momentos cargados de emoción, la cotidianidad es una de las grandes protagonistas de Hasta aquí hemos llegado.