L.J. Abad: "No pretendo dar lecciones con mis novelas"

En su novela Nuevos principios, la autora nos sumerge en la vida de Marina, una joven barcelonesa que, tras romper con su vida sentimental y laboral, decide mudarse con su abuela Coco en plena pandemia

Para L.J. Abad, la escritura no es solo una pasión, sino una necesidad. Es su forma de procesar el mundo, de dar voz a historias y personajes que, de otro modo, quedarían atrapados en su mente. En su novela Nuevos principios, nos sumerge en la vida de Marina, una joven barcelonesa que, tras romper con su vida sentimental y laboral, decide mudarse con su abuela Coco en plena pandemia. Lo que parecía una decisión para encontrar estabilidad se convierte en un torbellino de acontecimientos inesperados, donde la enfermedad es solo un elemento más en una trama que mezcla misterio, vínculos familiares y cambios radicales.

Con una prosa ágil y accesible, L.J. Abad nos lleva a través de un relato lleno de tensión, emociones y personajes inolvidables, destacando especialmente las figuras femeninas que marcan la historia, como la indomable Coco o la misteriosa María Rosa. La Barcelona pandémica sirve como telón de fondo de una novela que, entre la sátira y el realismo, nos recuerda que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para los nuevos comienzos.

¿Qué te inspiró a escribir Nuevos principios y cómo surgió la idea detrás de la novela?

Nuevos Principios nació de una necesidad personal de explorar los cambios, los comienzos y cómo las decisiones que tomamos pueden llevarnos a caminos inesperados. Me inspiró la idea de la reinvención, de atreverse a romper con lo establecido para construir algo nuevo, aunque implique incertidumbre y miedo.

La historia surgió de esa fascinación por los personajes que se encuentran en un punto de inflexión en sus vidas. Quería escribir sobre lo que significa empezar de nuevo, no solo en el sentido geográfico o profesional, sino en un nivel más profundo: emocionalmente, en las relaciones y en la forma en que nos percibimos a nosotros mismos. También me interesaba abordar la diversidad de experiencias, perspectivas y emociones que forman parte de estos procesos. Al final, Nuevos Principios es una historia sobre segundas oportunidades, sobre encontrar el valor de ser quien realmente quieres ser y sobre la importancia de las conexiones humanas en ese proceso.

¿Por qué decidiste centrarte en una protagonista como Marina, que está en un punto de inflexión en su vida?

Decidí centrarme en Marina porque representa ese punto de inflexión en el que muchas personas, especialmente mujeres, pueden verse reflejadas. Todas, en algún momento, hemos sentido la necesidad de replantearnos nuestra vida, nuestras decisiones y nuestro futuro. Quería que su historia mostrara la vulnerabilidad, la confusión, pero también la valentía que implica dar un paso hacia lo desconocido.

Marina es un personaje con el que muchas lectoras pueden empatizar porque su proceso de cambio no es sencillo ni lineal. Se enfrenta a miedos, dudas y la presión de lo que “debería” hacer frente a lo que realmente desea. A través de ella, quería explorar esa búsqueda personal, el deseo de redescubrirse y la importancia de rodearse de personas que te apoyen en el camino. Al final, su historia es un recordatorio de que siempre estamos a tiempo de tomar las riendas de nuestra vida y construir algo que realmente nos haga felices.

¿Qué importancia tiene la pandemia como contexto en la historia? ¿Cómo influye en el desarrollo de los personajes?

La pandemia fue una situación extrema e inesperada para todos, un momento traumático de nuestra historia reciente que nos mostró tanto lo mejor como lo peor del ser humano. Precisamente por eso me pareció el marco perfecto para desarrollar la acción de Nuevos principios y el telón de fondo ideal para un thriller.

Más allá de ser un simple contexto, la pandemia actúa como un catalizador en la historia: intensifica los dilemas de los personajes, los pone a prueba y los obliga a enfrentarse a sus propios miedos y deseos. En un mundo paralizado por la incertidumbre, las emociones están a flor de piel, y eso crea el escenario perfecto para el suspense, la tensión y las decisiones límite que marcan el rumbo de la trama.

Nuevos Principios nació de una necesidad personal de explorar los cambios, los comienzos y cómo las decisiones que tomamos pueden llevarnos a caminos inesperados. Me inspiró la idea de la reinvención, de atreverse a romper con lo establecido para construir algo nuevo, aunque implique incertidumbre y miedo.

L.J. Abad

La novela tiene un enfoque claro en la transformación personal. ¿Crees que todos necesitamos pasar por un proceso de “reinventarnos”?

Creo que la transformación personal no siempre tiene que ser radical, pero sí considero que en algún momento todos nos enfrentamos a la necesidad de cambiar, crecer o adaptarnos. Salir de la zona de confort requiere valentía, porque implica cuestionarnos, tomar decisiones difíciles y abrirnos a nuevas posibilidades, pero también es lo que nos permite evolucionar y encontrar nuestro verdadero camino.

Este tema es una constante en mis novelas, porque me interesa explorar cómo enfrentamos los cambios y qué nos impulsa a dar esos pasos. En Siempre quiero más, por ejemplo, este proceso de reinvención también está muy presente. Los personajes deben enfrentarse a situaciones que los obligan a replantearse quiénes son y qué quieren realmente, algo con lo que muchos lectores pueden sentirse identificados.

¿En qué medida las mujeres protagonistas en tu novela son un reflejo de la realidad actual?

Las protagonistas de mis novelas son mujeres reales, con fortalezas y vulnerabilidades, que enfrentan desafíos personales y profesionales con los que muchas lectoras pueden identificarse. No busco crear personajes perfectos, sino mujeres con aspiraciones, miedos, errores y aciertos, que reflejan la complejidad de la realidad actual.

En Nuevos principios, Marina es un claro ejemplo de esto. Se encuentra en un punto de inflexión en su vida, lidiando con cambios que la obligan a replantearse su futuro y a redescubrirse. Es un proceso que muchas mujeres experimentan en distintos momentos, ya sea en lo laboral, lo sentimental o lo personal. En Siempre quiero más, esta búsqueda de identidad y propósito también es clave, mostrando diferentes facetas de lo que significa ser mujer en el mundo de hoy.

¿Cómo crees que la sororidad juega un papel clave en las vidas de los personajes y en la trama general de la novela?

La sororidad es un pilar fundamental en Nuevos principios y en muchas de mis historias. A lo largo de la novela, Marina descubre que no está sola en su proceso de transformación y que el apoyo de otras mujeres es clave para superar los desafíos que enfrenta. En un mundo donde a menudo se nos enseña a competir, quería resaltar la importancia de la colaboración, la empatía y el acompañamiento entre mujeres.

Las relaciones femeninas en la novela reflejan esa red de apoyo que tantas veces nos impulsa a seguir adelante. Desde la amistad hasta las mentorías inesperadas, cada interacción aporta una pieza al rompecabezas del crecimiento personal de Marina. Este mismo concepto también se explora en Siempre quiero más, donde la solidaridad y el apoyo entre mujeres se convierten en una herramienta esencial para enfrentar la vida y sus giros inesperados.

¿Cuáles son las principales lecciones que esperas que los lectores extraigan de la historia de Marina y sus compañeras?

No pretendo dar lecciones con mis novelas. Nuevos principios es, ante todo, una historia de ficción con el objetivo de entretener y emocionar a quienes la lean. Sin embargo, si la historia de Marina y sus compañeras lleva a una reflexión personal en los lectores, me doy por satisfecha.

Cada personaje enfrenta sus propios desafíos y toma decisiones que, como en la vida real, no siempre son fáciles ni perfectas. Tal vez algunos lectores se identifiquen con Marina y su búsqueda de un nuevo comienzo, o con la fuerza de la sororidad que la acompaña. Pero al final, la interpretación y lo que cada uno se lleve de la historia dependerá de su propia experiencia y perspectiva.

Este mismo enfoque está presente en Siempre quiero más y en mi próxima novela, que está a punto de publicarse. Me interesa explorar personajes que evolucionan, que se enfrentan a sus miedos y toman las riendas de su destino, con aciertos y errores, porque creo que ahí es donde radica la verdadera conexión con los lectores.

Nuevos principios plantea muchas búsquedas internas, pero también externas. ¿Es la novela una metáfora de la búsqueda de la verdad en un mundo complejo?

Más que una metáfora de la búsqueda de la verdad en un mundo complejo, Nuevos principios es una historia sobre la búsqueda de nuestra propia identidad. A lo largo de la novela, los personajes se enfrentan a momentos de cambio que los obligan a cuestionarse quiénes son y qué quieren realmente.

En el caso tanto de Marina como la abuela Coco, su viaje no es solo físico, sino también interno. Tras un punto de inflexión en su vida, debe reconstruirse y definir qué versión de sí misma quiere ser. Creo que todos, en algún momento, pasamos por procesos similares, en los que dejamos atrás una etapa para abrirnos a lo desconocido.

Este tipo de exploración también está presente en Siempre quiero más, donde personajes como José Luis enfrentan sus propios miedos y fantasmas del pasado en busca de su felicidad. Cada uno, a su manera, lidia con decisiones que marcarán su camino y que les permitirán aceptar quiénes son realmente. Esta temática también es clave en mi próxima novela, donde vuelvo a explorar cómo el cambio y la evolución personal son esenciales para encontrar nuestro lugar en el mundo.

La novela presenta una amplia variedad de emociones, desde la desesperación hasta la esperanza. ¿Cómo logras equilibrar estos tonos en la narración?

El equilibrio entre la desesperación y la esperanza en Nuevos principios surge de forma natural a través de la evolución de los personajes y sus circunstancias. La vida no es una línea recta de felicidad o sufrimiento, sino una mezcla constante de emociones, y eso es algo que me interesa reflejar en mis historias. Para lograrlo, combino momentos de tensión y desafío con instantes de alivio, crecimiento y sororidad, permitiendo que los personajes encuentren luz incluso en los momentos más oscuros.

Este contraste también está presente en Siempre quiero más y en mi próxima novela. En ellas, los personajes atraviesan situaciones difíciles, enfrentan sus propios miedos y viven momentos de incertidumbre, pero siempre hay un hilo de esperanza que los impulsa a seguir adelante. Me gusta escribir historias que reflejen la realidad con todas sus emociones, porque al final, incluso en los momentos más complicados, siempre hay espacio para la transformación y el cambio.

¿Qué dificultades enfrentaste al escribir sobre temas como el cambio personal y la adaptación social en tiempos de crisis?

Más que dificultades, escribir sobre el cambio personal y la adaptación social en tiempos de crisis me llevó a un proceso profundo de reflexión y observación. Quería crear situaciones y personajes con los que los lectores pudieran sentirse reflejados, que les resultaran cercanos y creíbles. Para ello, me fijé en cómo reaccionamos ante lo inesperado, cómo nos aferramos a lo conocido y, al mismo tiempo, cómo encontramos la fuerza para adaptarnos y seguir adelante.

Este ejercicio también estuvo presente en Siempre quiero más y en mi próxima novela. Mis personajes, desde Marina hasta la abuela Coco o Cas, atraviesan procesos de transformación en los que se enfrentan a sus miedos, toman decisiones difíciles y encuentran su propio camino. Al final, lo que más me interesaba era retratar esa capacidad humana de evolucionar y reinventarse, incluso en los momentos más inciertos.

La pandemia, como telón de fondo de la historia, simboliza ese colapso social en el que las estructuras que dábamos por sentadas se tambalean. Pero más allá de lo externo, la verdadera crisis se da en el interior de los personajes

L. J. Abad

¿Qué elementos de la literatura contemporánea te influyeron al desarrollar la narrativa de esta novela?

Para toda mi narrativa trato de crear un ritmo ágil y envolvente que podemos ver en obras actuales. Me atraen mucho las novelas que exploran la psicología de los protagonistas, que permiten al lector sumergirse en sus dilemas internos sin perder la tensión narrativa.

También me influyeron aquellas historias que reflejan la complejidad de las relaciones humanas en contextos desafiantes, como la crisis sanitaria en Nuevos principios, o la diversidad de experiencias de vida que se presentan en Siempre quiero más. Me gusta la literatura que se atreve a mostrar la vulnerabilidad de sus personajes sin caer en el dramatismo excesivo, y que permite al lector ser testigo de su evolución de manera natural.

¿Cómo el concepto de “sociedades colapsadas” se manifiesta en la novela, tanto a nivel personal como social?

En Nuevos principios, el concepto de 'sociedades colapsadas' se manifiesta de dos formas principales: a nivel colectivo, con una sociedad que enfrenta una crisis sin precedentes y debe adaptarse a una nueva realidad, y a nivel individual, con personajes que ven cómo sus vidas tal y como las conocían se desmoronan y deben reconstruirse desde cero.

La pandemia, como telón de fondo de la historia, simboliza ese colapso social en el que las estructuras que dábamos por sentadas se tambalean. Pero más allá de lo externo, la verdadera crisis se da en el interior de los personajes. Marina, por ejemplo, enfrenta el derrumbe de su mundo personal y profesional, obligándola a replantearse quién es y qué quiere realmente. Lo mismo ocurre en Siempre quiero más, donde cada personaje carga con sus propias ruinas emocionales y debe decidir si reconstruirse o quedarse atrapado en un pasado que podría dictar su futuro.

En definitiva, el colapso es el punto de partida, pero la historia trata sobre lo que hacemos después: cómo enfrentamos la incertidumbre, cómo buscamos nuevas formas de vivir y cómo encontramos en la adversidad una oportunidad para cambiar.

¿Qué mensaje quieres transmitir con la idea de “empezar de nuevo”? ¿Es algo que todos debemos considerar en algún momento de nuestras vidas?

Más que transmitir un mensaje concreto, lo que me interesa es explorar la idea de empezar de nuevo desde diferentes perspectivas. En Nuevos principios, el cambio no es una elección fácil, sino una necesidad impuesta por las circunstancias. Marina, la abuela Coco y María Rosa se ven obligadas a replantearse su vida y tomar decisiones difíciles, algunas impulsadas por la desesperación y otras por la esperanza.

No creo que todos debamos empezar de nuevo de manera radical, pero sí creo que, en algún momento, es necesario hacer una pausa y evaluar si estamos donde realmente queremos estar. A veces, esos nuevos comienzos son pequeños ajustes, un cambio de rumbo sutil; otras veces, implican soltarlo todo y reconstruirse desde cero. Este es un tema recurrente en mis novelas, y en Siempre quiero más también se refleja en personajes como Casilda y José Luis, quienes, en distintos momentos de su vida, se enfrentan a la necesidad de cambiar para encontrar su propia felicidad.

En tu próxima novela, que forma parte de una bilogía, ¿cómo piensas seguir explorando los temas que has tocado en Nuevos principios?

En la bilogía que estoy a punto de publicar, sigo explorando una constante en mis novelas: personajes que deben enfrentarse a su pasado y a realidades inesperadas que hacen tambalear los cimientos de su existencia. Esta vez, sin embargo, lo haré en un escenario distinto, rodeado de arte y belleza, donde cada elemento narrativo invita a una experiencia sensorial envolvente.

El arte no solo será un telón de fondo, sino un vehículo para la transformación de los personajes, convirtiéndose en un reflejo de sus emociones y en un puente hacia la verdad que buscan. A través de esta historia, quiero que el lector se sumerja en un nirvana artístico, donde la estética y la sensibilidad impregnen cada página, elevando la lectura a una experiencia hedonista.

Por: Belén Lugo
Fecha: 17-03-2025