La particular memoria de Rosa Masur
Una gran obra de Vladimir Vertlib que recorre un siglo de la historia rusa desde la época de los zares a la del terror político y la lucha de clases
El mundo está viviendo tiempos convulsos. La amenaza nuclear de Putin aterroriza al resto del planeta. A una época también agitada socialmente nos traslada La particular memoria de Rosa Masur (Impedimenta), una novela galardonada con el Premio Adelbert von Chamisso y con el Premio Anotn Wildgans. El escritor ruso Vladimir Vertlib nos lleva de la mano por la historia rusa desde los tiempos de los zares hasta la era del terror político y la lucha de clases.
Una tragicomedia de las que conmueven y que cuenta también con su dosis bien medida de humor negro. La protagonista es una mujer de 92 años que llega desde Rusia a un pueblo alemán que anda de celebraciones por el 750 aniversario de su fundación. Rosa Masur viaja acompañada de su hijo y su nuera. A través de la historia personal de Rosa y su familia judía recorreremos un siglo.
Con muchos pasajes tristes, con unos personajes muy realistas y con un gran ingenio literario, nos encontramos ante una interesante epopeya que nos regalará momentos para la esperanza a pesar de la dureza de los tiempos. La lectura es ágil y amena. El autor juega sabiamente con la ironía y
Así comienza...
En la cocina de un piso comunal de Leningrado, ciudad que desde hacía poco volvía a llamarse San Petersburgo, aunque todo el mundo seguía diciendo Lenigrado, la prostituta Svetlana narraba a sus vecinos sobre el lejano y fabulosamente hermosos Aix-En-Provence. Les hablaba de vastas avenidas y plátanos ancestrales, de cálidas veladas al sereno, de parejas que se abrazaban a la sombra de fachadas barrocas, de bares y de cafés repletos de gente, de los placeres de la vida y del arte de no hacer nada, de opulentas frutas y de platos con nombres de impronunciable belleza. En sus relatos, Svetlana evocaba la figura del último conde de Provenza, Renato el Bueno, a cuya vera ella había deambulado por las calles, cruzando ante edificios de estampa burgesa y ante suntuosos palacios nobles...