Independencia, el duro retrato de Javier Cercas de la élite y política de Cataluña

El escritor da vida a la continuación de Terra Alta con una historia contra la tiranía de los que se creen amos del mundo

Tras ganar el Premio Planeta 2019 con Terra alta, una novela "de carácter psicológico —según el jurado de dicho galardón— con dos historias entrelazadas, por un lado el crimen de un matrimonio de personas potentadas y por otro la propia historia personal del policía que investiga", Javier Cercas ha regresado a la escena literaria con Independencia (Tusquets) 

Allí les arrebataron el pasaporte español y el móvil, les prohibieron ponerse en contacto con su familia y salir a la calle, les reclamaron sesenta mil euros por los gastos de viaje y, para aterrorizarlas, las sometieron a un ritual consistente en cortarles las uñas y el pelo, afeitarles el sexo y las axilas y en forzarlas a beber un brebaje alucinógeno. A partir de entonces las obligaron a prostituirse

Independencia

El poder económico y político en la Barcelona de 2025

No se trata de una novela política, aunque se adentra en los círculos que manejan el poder económico, social y político de la Barcelona de 2025. La alcaldesa en la ficción de la Ciudad Condal —la sucesora de Ada Colau— está siendo chantajeada con un vídeo sexual y para investigar el asunto vuelve Melchor Marín, ese mosso que protagonizó la anterior novela de Cercas (en la imagen).

©L. M. Palomares

Las novelas no sirven para nada, excepto para salvar vidas

Melchor Marín, en Independencia

En Independencia nos encontramos, como el propio autor ha manifestado en varias ocasiones, con "una llamada a la insubordinación, un alegato contra la tiranía de los dueños del dinero". Un thriller que da continuidad a Terra Alta y que atrapa desde el principio al lector. 

Una historia que busca la justicia y la libertad entre duros conflictos sociales como la inmigración, el tráfico de personas o la salud mental. El covid y el procés ya forman del pasado en una novela en la que Cercas demuestra que segundas partes sí pueden ser buenas. 

Por: Manuel Muñoz
Fecha: 07-04-2021