Hombres de papel, el regreso del periodismo de la vieja guardia
Santi Giménez es el autor de una entretenida novela que recupera la esencia del periodismo de antes
El viejo periodismo, aquel que han ido matando las redes sociales, los cebos que buscan el click fácil y las fakes news, está de regreso en Hombres de papel (Catedral). Tres periodistas de la vieja guardia son los protagonistas de una historia que busca ser portada en los grandes periódicos.
Si el periodismo puede enriquecerle a uno es a condición de que uno abandone el periodismo
Hombres de papelSanti Giménez (en la imagen) firma una novela entretenida que guarda la esencia del periodismo de antes. Con unos personajes muy peculiares, situaciones surrealistas y un humor muy ácido, los tres periodistas de la vieja escuela se encontrarán, casi sin quererlo, con la oportunidad de vengarse de un empresario de la mafia de los medios que les hizo antaño la vida imposible. Y así, lo que iba a ser el reencuentro en Benidorm de tres viejos amigos se acaba convirtiendo en una disparatada aventura en la que no falta la crítica al periodismo actual.
Jefe de comunicación, tócate los cojones. No tenemos ni entrenador de porteros, pero tenemos jefe de comunicación, jefe de redes sociales y jefe de pollas en vinagre. Son jefes porque no hay nadie más en sus departamentos, pero aceptan ser jefes a cambio de un sueldo de mierda
Hombres de papelYa nada es igual en una profesión que se maneja en otros registros y que camina a un ritmo diferente al que conocieron en su día los protagonistas (Azco, Collins y Spock) de Hombres de papel. "Siempre he creído en una manera de vivir que se ha fundamentado en el disfrute. En los amigos, la parranda, el sexo, los placeres de la vida, y en eso incluía el trabajo. El periodismo era la mejor manera de llevar eso a cabo, y ahora todo ha cambiado. Seguramente es mejor así o, como mínimo, es una tendencia natural a la que hay que adaptarse. Puede que el periodismo no sea diferente de otras actividades de la vida y ahí esté nuestro error".
Reiremos con las ocurrencias de los personajes, con las movidas que tienen, con las situaciones que van apareciendo en una novela que se lee muy ágilmente gracias a los frescos diálogos y a una narración que huye del lenguaje pesado para darle protagonismo al juego directo.