Flamenco Killer, la historia de una sicaria feminista
Primer libro de la original serie de novelas creada por JMS Guitián
De lo más original y entretenida. Así es Flamenco Killer (Editorial Kolima), la serie literaria protagonizada por Lola Ramos, una madre soltera viuda que se marchó a Manhattan Beach para dar clases de flamenco. Allí tiene una academia y algún que otro secreto relacionado con asesinatos de hombres que intentan hacerle daño a sus alumnas.
JMS Guitián (en la imagen) es el autor de esta novela que combina el humor con la denuncia, la diversión con la crítica social a temas como el acoso sexual o el machismo. La acción está escrita con ritmos flamencos. El personaje principal de Lola está bien definido y los diálogos destacan por su frescura.
Primer título de una serie de ocho libros que tienen como protagonista a Lola Ramos, una sicaria feminista que tiene una academia de baile flamenco en Manhattan Beach
Flamenco KillerDe lectura ágil, pronto llegarás al final de este primer capítulo de ocho libros que se irán estrenando cada seis meses. Flamenco Killer, Lola returns será el próximo título, mientras que el último (FK, Hastaquihemosllegao) está previsto que vea la luz en el otoño de 2022. Está claro que tras leer esta primera parte estaremos expectantes a la salida de las demás para pasar un buen ratito entre palmas, fandangos y asesinatos.
Así comienza...
Siempre empezaba igual: el rasgar de las cuerdas tensas, con un movimiento de los dedos de la mano en forma de abanico cerrándose sobre la guitarra, de las más grave a la más aguda: mi, si, sol, re, la mi... Cuando las uñas y las yemas de los dedos se alternan para conseguir la cadencia, el ritmo inconfundible que sale de la caja de madera en forma de ocho cuando reposa firme, y del infinito saca sonidos apoyada en la rodilla izquierda; luego, los dedos de la mano opuesta que empujan las cuerdas sobre los trastes del diapasón para darle carácter a las notas. Ahí estaba mi padre que había afinado, dejando caer la cabeza cerca del mástil para que la oreja estuviera más cerca de los sonidos, mientras sus d esos corrían y apretaban tensamente las cuerdas sobre las seis clavijas".