Una novela de las que golpean directamente al alma, una historia desgarradora, con un relato que produce escalofríos en algunos pasajes. Así es El hijo del padre (Destino), la última y aplaudida novela de Víctor del Árbol. 

Desde el inicio quedamos enganchados a la novela. "No voy  a engañarte, todo lo que has oído sobre mí, y aun lo que no has oído, es cierto: secuestré a Martin Pearce, lo metí en el maletero de mi coche y conduje más de mil kilómetros hasta la Casa Grande. Una vez allí lo torturé durante tres días con sus largas noches y el 11 de noviembre de 2010 lo maté disparándole dos veces en la cabeza. Después llamé a la policía y me senté a esperar". 

Esta confesión es parte del manuscrito que pudo salvarse de la celda en la que se encontraba Diego Martín. ¿Quién es el protagonista de El hijo del padre? No es una pregunta nada fácil, ya que ni él mismo la sabe. En apariencia, un profesor universitario, hijo de andaluces y extremeños que emigraron a la Barcelona de los años 50. Un hombre que ha sabido aprovechar sus oportunidades, que ha alcanzado cierto éxito social, pero que reñido con su pasado, un buen día... 

Desde el inicio no dejaremos de leer esta intensa y emocionante historia en la que no faltan ni el suspense ni el misterio. Cruel en ocasiones, muy realista y con unos personajes muy bien construidos. Notable la capacidad narrativa del autor. Una lectura sobrecogedora, de las que se sufren, que deja una huella difícil de borrar.