El futuro de la humanidad depende de 'Akili'
¿Puede un niño de tres años acabar con toda la humanidad? ¿O podría ser el encargado de salvar este mundo? Akili (Umbriel), la novela del escritor japonés Kazuaki Takano nos dará la respuesta en una historia marcada por un suspense de un corte diferente al habitual. Un relato intenso que tiene como protagonista a un frágil niño que se sitúa en el punto de vista de todo el mundo.
Akili es el pequeño de tres años que representa un paso más en la evolución humana por su súper desarrollada inteligencia. El presidente de Estados Unidos, ante el conocimiento de una nueva forma de vida que puede amenazar el futuro de la humanidad, envía al Congo a unos soldados con la misión de eliminar al pequeño.
Jonathan Yeager, un mercenario de las fuerzas militares, es el encargado de llevar la misión adelante. Pero ya sobre el terreno se plantea si acabar o no con Akili, que puede ser la única ayuda que tenga para salvar a su hijo enfermo. ¿Acabará extinguiéndose la raza humana?
La historia que cuenta el libro es atractiva, otro asunto bien diferente es que en algunas ocasiones su lectura pierde en agilidad por las profundas explicaciones sobre cuestiones vinculadas con la temática de ciencia ficción. Pero, salvados estos pequeños obstáculos, la trama es atrayente y original.
“Yeager inspeccionó la primera de la fila que tenía ante sí. Saltaba a la vista cómo habían construido las chozas, que tenían alrededor de dos metros de diámetro. Habían clavado en el suelo, en semicírculo, largas ramas de árbol, las habían inclinado para formar un armazón y las habían cubierto con follaje. Construcciones elementales. Yeager comprobaba una choza tras otra sin descuidar la posible aparición de cualquier cosa no humana. La criatura viva que no habían visto nunca podía estar acechando en cualquier rincón de aquellas chozas vacías. Pero lo único que vio fueron insectos pequeños”.