El argentino Guillermo Saccomanno gana el Premio Alfaguara de novela 2025
El jurado ha elegido su obra 'Arderá el viento' como la más destacada de todas las presentadas. El premio está dotado con 175.000 dólares
El escritor argentino Guillermo Saccomanno ha sido galardonado con el Premio Alfaguara de novela 2025, dotado con 175.000 dólares (170.000 euros, aproximadamente), una escultura de Martín Chirino y la publicación simultánea en todo el territorio de habla hispana, por la obra Arderá el viento, presentada con el título Vendrá el fuego y bajo el seudónimo de Jim. El jurado ha declarado ganadora la novela por unanimidad. La novela estará a la venta en librerías el próximo 20 de marzo.
El jurado, presidido por el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, y compuesto por los escritores Leila Guerriero y Manuel Jabois; la directora de cine y guionista Paula Ortiz, la escritora y dueña de la librería La Mistral (Madrid), Andrea Stefanoni, y la directora editorial de Alfaguara, Pilar Reyes (con voz pero sin voto), ha destacado en Arderá el viento: «Es la historia de una degradación, de un descascaramiento agónico que poco a poco deja a la vista las miserias del cuerpo social.
Expuesta al influjo de los Esterházy, la extraña villa costera argentina deja aflorar la oscuridad que circula por sus zonas subterráneas, como si los visitantes fueran una piedra de toque maligna que lograra sacar a la luz la verdadera naturaleza de los personajes. Escrita en un estilo parco y de una rara intensidad, la novela es la cuidadosa construcción de un deterioro que, aunque transcurra en un país específico, acaba por ser una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo».
En esta convocatoria se han recibido 725 manuscritos, de los cuales 322 han sido remitidos desde España, 93 desde Argentina, 110 desde México, 89 desde Colombia, 38 desde Estados Unidos, 27 desde Chile, 25 desde Perú y 21 desde Uruguay.
La obra: Arderá el viento
Los Esterházy, una pareja excéntrica sin un pasado claro, llegan a un pueblo de la costa argentina y comienzan a regentar un antiguo hotel. Estos dos seres (y sus dos hijos, una niña y un niño más inquietantes y enigmáticos que ellos) producen el efecto de una partícula enfermiza que se introduce en las grietas de una sociedad pequeña y arrasa con su dinámica cotidiana, aparentemente calma. La pareja resulta ser un amplificador de los prejuicios, los deseos ocultos, las supersticiones, los temores y la violencia larvada en muchos de los habitantes del pueblo.
Arderá el viento es la historia de una degradación, de un descascaramiento agónico que poco a poco deja a la vista las miserias del cuerpo social. Expuesta al influjo de los Esterházy, la extraña villa costera deja aflorar la oscuridad que circula por sus zonas subterráneas, como si los visitantes fueran una piedra de toque maligna que lograra sacar a la luz la verdadera naturaleza de los personajes.
Escrita en un estilo parco y de una rara intensidad, la novela es la cuidadosa construcción de un deterioro que, aunque transcurra en un país específico, acaba por ser una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo.