Borges, Hitler y el Mesías

En la literatura también hay que arriesgar. El mundo de los libros necesita historias originales y atrevidas. La frontera de las palabras tiene una línea muy fina que separa los éxitos de los fracasos. Y al precipicio caen a diario historias que no iban a ninguna parte, libros que solo transmiten simpleza y poca frescura. La escritura valiente, aunque no asegura el triunfo, ayuda al menos a dar el salto con fuerza. Y encontrarse con obras que apuestan fuerte por el ingenio siempre resulta esperanzador. 

¿Cómo se le puede ocurrir a alguien culpar a los libros de Borges de inspirar a a Adolf Hitler? Por supuesto, hablamos de parodia, de una gran parodia que juega con la literatura del gran escritor argentino. "Borges no sólo es sofisticado, un rasgo irrefutable de su arte narrativo que hasta yo reconozco. Más aún: es sofisticadamente irónico. Ni siquiera al más superficial de sus críticos se le escapa la erudición e ironía borgeanas. Pero Borges no es sólo eso. Borges es también un sádico terrible". 

¿Hay libros que pertenecen a un género conspiratorio? ¿Se esconden tras esas historias Borges y otros autores clásicos? Marcos Peres es el autor de El Evangelio según Hitler (Maresia), una novela en la que un aspirante a escritor se atreverá a culpar a Borges del genocidio nazi. Y está claro, por todo lo expuesto, que el libro es en parte un homenaje a la literatura del argentino, pero también es una ingeniosa crítica a todos aquellos relatos que se abrazan a las teorías de las conspiraciones.