Aventuras en la frontera de la Nueva España
Ambientada en el siglo XVIII, Santiago Blasco firma una ágil novela que nos cuenta la vida de José Mejía y su inseparable Chato, un mastín leonés
"A principios del siglo XVIII el control sobre los territorios conquistados en América se encontraba muy consolidado para los intereses de la Corona española. Pero para dotar de mayor seguridad a los colonos que se aventuraron a establecer sus ranchos, así como a los religiosos que se prestaron a evangelizar a diferentes tribus que se encontraron en dirección hacia las tierras del norte, se creó una línea de fines fronterizos defensivos denominados presidios, que fundamentalmente estuvieron compuestos por fuerzas de infantería y caballería de choque".
Así comienza Lobo blanco, lobo negro (Algaida), una novela de Santiago Blasco ambientada en el siglo XVIII en los territorios conquistados por los españoles en lo que son las grandes praderas actuales de Estados Unidos. La historia nos cuenta la vida de José Mejía el Criollo y su inseparable Chato, un mastín leonés. Quienes amamos a los perros disfrutaremos mucho con este personaje canino. Los dragones de cuera, los soldados que formaban parte de las tropas defensivas creadas por el Imperio español para la defensa de la frontera de la Nueva España, también tienen su papel a lo largo de las páginas de este libro.
Lobo blanco, lobo negro es una historia de historias, un canto a la vida, a la esperanza, donde las alegrías caminan de la mano junto a las tristezas. Narrada de forma ágil, con un estilo directo y claro, la cultura, la forma de entender la vida en la época, la religión y las relaciones son algunos de los temas abordados a lo largo de la novela.
Eso significaba la lucha permanente por acaparar los mejores territorios de caza que otros enemigos también deseaban para sí. Sabían de su obligación de protegerlos para la siguiente generación y que debían estar dispuestos a ofrecer sus propias vidas a cambio de garantizar la continuidad de la familia aunque un día faltaran los mejores guerreros de cada casa
Lobo blanco, lobo negroLa sinopsis
A principios del siglo XVIII, los componentes de la caballería ligera española que se situaban en los límites de los territorios conquistados en América eran conocidos como dragones de cuera. Su misión consistía en proteger las nuevas fronteras de los ataques permanentes de las tribus indias que habían sido desplazadas y veían con sumo recelo la llegada de los españoles.
Esta es la historia de un joven soldado que, de niño tras perder a sus padres, fue educado en el rastreo por los indios pueblo y en el combate por un prestigioso dragón de cuera. Por tanto, era buen conocedor de las costumbres y técnicas de lucha de ambas razas. Algo que muy pocos poseían