"El miedo y yo somos viejos amigos"
Antonio Salas, uno de los mejores reporteros del mundo sobre periodismo encubierto, habla en exclusiva para Más Leer
Forma parte de una especie, el periodista de investigación, que está en extinción. No le podemos poner rostro y su voz suena distorsionada. Estamos ante el observador implicado, título que le pondría a la novela sobre su vida. Llega al terreno, se infiltra, observa y luego cuenta. Ha estado conviviendo con lo mejor, es un decir, de cada casa: mafias que mueven el mundo de la prostitución, peligrosos traficantes, cabezas rapadas y terroristas islámicos. Sus enemigos no son precisamente amigos del diálogo. Está buscado y perseguido. Lo que relata en sus libros no gusta. Muchos quieren darle caza para matarle. Vive permanentemente en una peligrosa frontera. Es Antonio Salas y con él hemos hablado en exclusiva en Más Leer en este viaje por los libros y la vida.
-¿Qué libro se esconde tras Antonio Salas?
Siempre un ensayo. La realidad supera toda ficción.
-¿Qué suele leer? ¿Ha empleado la lectura como refugio en alguna de sus infiltraciones?
La formación teórica es la base de toda infiltración, lo que implica leer muchísimo, hacer cursos, formarte en cada materia. En alguna de las infiltraciones he llegado a leer más de 100 libros sobre el tema. No queda mucho tiempo para el disfrute relajado.
-¿Su vida es una novela? ¿Cómo la titularía?
'El observador implicado'. Esa es la esencia del periodista encubierto. Observar, y luego contarlo. Pero normalmente lo que observar te lleva a implicarte.
-¿A cuántos libros cree que ha podido inspirar la figura de Antonio Salas?
No creo ser tan interesante como para inspirar nada. Pero creo que en mis libros se encuentran las claves para que cualquier autor pueda llegar más allá y más rápido en cualquiera de esos temas. Creo que otros periodistas de investigación pueden aprender de mis errores y evitar perder tiempo y dinero donde yo lo perdí.
-Y a usted, ¿le ha motivado en especial alguna historia de cara a sus investigaciones?
Por supuesto. Los grandes referentes del periodismo encubierto: Günter Wallraff, Donal Macintyre, Humpter Thompsom… o sobretodo la pionera Nellie Bly.
-¿Le tiene miedo a algo? ¿En cuántas ocasiones ha temido por su vida?
El miedo y yo somos viejos amigos. He aprendido a vivir con él y a utilizarlo como aliado. Evita que tientes demasiado a la suerte. Pero en este formato es inevitable verte en situaciones en las que temes por tu vida durante el trabajo sobre el terreno: con Hizbullah en Libano, con los skinhead en el Bernabeu, comprando niñas a un traficante, con los narcos en México… la lista es inmensa. Aunque el verdadero temor llega cuando se publican los libros y pones las cartas sobre la mesa. Ahí empieza la caza.
Es inevitable verte en situaciones en las que temes por tu vida: con Hizbullah en Libano, con los skinhead en el Bernabeu, comprando niñas a un traficante, con los narcos en México… la lista es inmensa
Antonio Salas-¿Cuánto de realidad y cuánto de ficción tienen sus libros?
Salvo en Operación Princesa no hay ficción. La realidad es demasiado fascinante y extraordinaria como para necesitar empobrecerla con añadidos ficticios. Y además, ahí están las grabaciones. Solo cuento lo que puedo demostrar. Y hay tanto que contar que no queda sitio para ficción.
-En la actualidad, ¿se puede encontrar más periodismo de investigación en los libros que en los medios de comunicación?
En la actualidad, y con el último cambió de Ley se acabó el periodismo de investigación en los libros. No somos conscientes de hasta que punto nos han cerrado la boca. Ahora todo es demandable y los gabinetes jurídicos de las editoriales han decidido cortar por lo sano. Hoy libros como Diario de un skin, El año que trafiqué con mujeres o El Palestino son impensables. Solo te queda disfrazarlo de novela o no publicar.
-¿Por qué no se reconoce a nivel editorial, de premios, esta forma de contar y narrar?
Según mi experiencia en el mundo de los premios literarios hay mucho de promoción. Y en mi caso, cuando me han ofrecido algún premio, han insistido mucho en que debía participar en la entrega, atender a los medios, asistir al evento, y en mi caso es inviable.
Con el último cambio de Ley se acabó el periodismo de investigación en los libros. Ahora todo es demandable y los gabinetes jurídicos de las editoriales han decidido cortar por lo sano
Antonio Salas-Durante un año estuvo camuflado bajo la piel de un neonazi y escribió Diario de un skin. La ultraderecha ha salido triunfante de las últimas elecciones en Alemania, recientemente se volvió a escuchar el Cara al sol en Madrid, en Cataluña se acusa al Estado español de fascista… ¿qué opinión tiene de todo esto?
Llevo años desgañitándome advirtiendo de que esto iba a ocurrir, y de que el ascenso de la extrema derecha era inevitable. Así que no me sorprende. Y todavía irá a más.
-Otra de las grandes preocupaciones mundiales se centra en el yihadismo. Usted llegó a convertirse al Islam para retratar en El Palestino los hilos del terrorismo internacional. ¿Lo peor está por llegar? ¿Se está combatiendo el terrorismo de la manera más adecuada?
No, porque para combatir con eficiencia cualquier problema primero hay que comprenderlo. Solo hay que preguntar a cualquier “experto en terrorismo” de los que vemos todos los días en los medios a cuantos yihadistas ha conocido, o en cuantas mezquitas ha estado… Pero tenemos poca memoria. Solo cambian los actores. El terrorismo actual no ha llegado a los niveles del terrorismo internacional de los años 70, 80 o 90. Todavía no han surgido personajes como Carlos el Chacal… Tenemos muy poca memoria.
-¿Quiénes son los hombres que susurran a las máquinas?
La última defensa entre nuestra libertad y el poder. Investigadores, científicos, exploradores de las vulnerabilidades de nuestros sistemas de comunicación. Desgraciadamente el término hacker se ha satanizado tanto por la prensa como por la RAE, pero un hacker no es un delincuente informático, sino todo lo contrario.
El terrorismo actual no ha llegado a los niveles del terrorismo internacional de los años 70, 80 o 90. Todavía no han surgido personajes como Carlos el Chacal… Tenemos muy poca memoria.
Antonio SalasEn 2004 escribió El año que trafiqué con mujeres. ¿Habría que cambiar mucho en la actualidad el relato que contó entonces?
Había mucho que ampliar, no que cambiar, por eso escribí Operación Princesa.
-¿De verdad Operación princesa es una novela?
Solo en la forma, no en el fondo. Tras la Ley Mordaza que nos ató las manos en 2012 la única forma de contar cosas importantes, es disfrazándolo de narrativa. De otra manera ni la editorial se atrevería a publicarlo, ni tú podrías sobrevivir al tsunami de demandas preventivas. No somos conscientes de hasta que punto estamos perdiendo nuestra libertad…
- ¿En qué proyecto se encuentra inmerso en estos momentos?
Llevo años inmerso en la nueva investigación, pero como en todos los casos, en este oficio no es prudente divulgar en que estás trabajando. No sería serio.
-¿Puede superar lo próximo que escriba a todo lo que ya ha contado?
Mientras no cambie la ley, dudo que pueda contarlo.
¿Quieres comprar sus libros?
Un libro de la infancia
Los comic. Creo que han sido el primer contacto con la literatura de nuestra infancia.
¿Su libro favorito? ¿Y un autor?
Durante cada infiltración leo docenas de libros, y en cada una hay un libro y un autor. Pero reseteo el cerebro en la siguiente. El favorito está por venir.
Un libro por escribir
El que ninguna editorial se atrevería a publicar.