Una novela para no alejarse de Riverthree
La novela que traemos a nuestro rincón de las reseñas resultó ganadora de la II edición del Concurso de Narrativa Manuel Díaz Vargas, un certamen convocado por Ediciones Alfar con la intención de promocionar a autores desconocidos y noveles.
Una iniciativa muy destacable que permite que historias como Márchate de Riverthree no se queden olvidadas para siempre en un cajón. Óscar Fernández es el autor de esta novela negra cuya intriga va in crescendo según se va desarrollando una trama que ofrece giros inesperados.
Y este es el mayor atractivo. Inicialmente me costó un poco adentrarme en la historia al pensar que la historia iba a transcurrir por unos derroteros totalmente diferentes. El argumento inicial no me terminaba de resultar atractivo, pero debo confesar que el autor logra sorprender cuando la historia entra en una espiral de secretos y descubrimientos.
Los personajes tienen mucha carga y los escenarios están bien ambientados. Riverthree es una ciudad inventada pero su contextualización y ambientación la encaja perfectamente en Estados Unidos.
Novela de tramas y secretos familiares, el inicio del relato se centra en la muerte en accidente de tráfico de Brad Eastwood, hermano de Ross y Jake, que regresan a Riverthree tras una década de ausencia para decidir qué hacer con la herencia que les ha dejado su hermano al morir.
Sin profundizar mucho para no desvelar momentos importantes, las investigaciones que inician los hermanos no dejará indiferente al lector. Tras el accidente hay algo oculto, pero no será lo único. El orígen de la herencia y de las propiedades estarán dentro de las averiguaciones de los Eastwood, que son prácticamente invitados a marcharse del pueblo.
La novela, por el contrario, invita a quedarse en Riverthree. Y más sabiendo que el autor tiene escrito otros cinco libros más con la referida familia como protagonista.