Una novela de zombis que sobrevive a lo habitual
El transfondo de un mundo apocalíptico supuso inicialmente un freno ya que dos de mis últimas lecturas habían girado sobre un eje similar: personas normales que se tienen que enfrentar a circunstancias extraordinarias.
La verdad es que en los últimos años se están explotando demasiado este tipo de novelas que repiten un patrón muy parecido. En esta ocasión, los zombis son los que toman el control del peligro para el fin de la humanidad. ¿Otra más de zombis?
A pesar de las dudas iniciales y de las subidas y bajadas del nivel de acción, Red Hill (Umbriel) logró sobrevivir a ese cajón en el que algunas otras novelas quedaron guardadas al segundo o tercer capítulo. Ese mensaje de esperanza, de supervivencia a pesar del caos, que lanza la autora es el que va envolviendo al lector entre sus páginas.
Entre las idas y venidas a la muerte, el brote que afecta a los zombis es explicado desde un punto de vista científico que al menos aporta un engranaje diferente. En muchas de las novelas de temática similar, los queridos muertos vivientes van apareciendo como por arte de magia.
Red Hill -Colina Roja- es el título de la obra escrita por Jamie McGuire y también el rancho que se convierte en el escenario de la resistencia. Tres son los personajes que cuentan con más peso en la historia. Por un lado, Scarlet, que interpreta a esa madre incansable capaz de todo por tratar de encontrar y salvar a sus dos hijas.
Por otra parte está Nathan, un hombre que comprueba que el fin de su relación con Aubrey no es nada comparado con el infierno que comienza con el apocalipsis. Representa al padre que intenta tranquilizar en todo momento a su hija Zoe. Tampoco hay que olvidar el papel que juega Miranda, joven pero con un gran carácter y capacidad para afrontar el rol de líder.
Los tres personajes no tienen ningún vínculo previo hasta que sus historias y circunstancias se encuentran en ese lugar que quieren convertir en seguro. La novela se queda a camino entre un libro de terror o un relato de amores y romances, pero es tal vez esto es lo que le aporte ese ingrediente que permite que no sea más de lo mismo.