Un viaje por los misterios de Tierra Santa
Manuel Fernández Muñoz es el autor de una guía histórica, mística y misteriosa
Si recientemente destacábamos un libro que traspasaba la trascendencia histórica de Jesús de Nazaret para mostrar todo lo que se ha dicho y escrito sobre su figura, en esta ocasión vamos a realizar un viaje por los caminos del Señor con Guía Histórica, Mística y Misteriosa de Tierra Santa (Almuzara), un libro con el que recorreremos Jerusalén, el Santo Sepulcro, Nazareth, la Vía Dolorosa, Galilea, Rollos de Qumran y el Monte Sion.
Manuel Fernández Muñoz es el autor de esta guía que podría haber formado parte de nuestro especial sobre Libros de Viaje, pero que encaja mejor -por los enigmas que trata- en el especial que tenemos en marcha sobre Libros de Misterio.
La primera parada del viaje por Tierra Sagrada es en Jerusalén, ciudad que sigue siendo santa y de la que el autor añade: "Reyes y emperadores se han asentado en su trono. Profetas y herejes han horadado sus colinas. Soldados romanos, persas, egipcios y babilónicos la destrozaron en innumerables ocasiones, pero Jerusalén siempre ha vuelto a ponerse en pie. La Ciudad de la Paz se yergue hoy en el corazón de Israel como la promesa de lo que algún día podría ser. Como la esperanza inmaculada de un sueño que anhela hacerse realidad. Una ilusión que sus habitantes, y la mayoría de peregrinos que llega hasta aquí, empero han olvidado".
El autor acompaña al lector por los lugares históricos por los que pasó Jesús, al mismo tiempo que también plantea varias cuestiones relacionadas con el tema religioso. Los secretos que sigue escondiendo Tierra Santa, quién fue realmente María Magdalena y las relaciones que tuvo el Nazareno -por ejemplo, con los esenios- son cuestiones abordadas en un libro muy a tener en cuenta para aquellos que quieran conocer más sobre la figura de Cristo y sobre lugares como el Monte de los Olivos, la Tumba del Jardín, Caná o el Mar de Galilea.
Los verdaderos peregrinos que llegan a Jerusalén no quieren conquistar la ciudad sino más bien ser conquistados por ella. Por la magia de sus noches, por el aroma de sus zocos y por el embrujo de sus lugares sagrados".
por Manuel Fernández Muñoz