Un enfrentamiento con la muerte en la última y emotiva novela de Rafael Reig
El río de cenizas tiene como protagonista a un hombre de 75 años que ingresa en una residencia de ancianos tras sufrir un ictus
Rafael Reig es uno de esos escritores que no suele defraudar. Sus libros siempre van acompañados de buenas y positivas sensaciones. Su última novela, El río de cenizas (Tusquets), no podía ser menos. Con una trama argumental bien construida, un hombre de 75 años es el protagonista de una historia que camina con paralelismos con la pandemia por el covid. En este caso son los gorriones los que transmiten por el oído un peligroso virus.
No faltan el humor ni la fina ironía a lo largo de las páginas de este paseo por la vejez de la mano del protagonista, que ingresa tras sufrir un ictus en Los Carrascales, una residencia de ancianos de lujo. Ahí es donde quiere ajustar cuentas con el pasado, con su hijo cincuentón, al que le escribe una confesión.
Su primogénito es uno de los muchos personajes creados de forma magistral por el autor asturiano. Dejarán huella, al igual que las reflexiones a las que nos invita la lectura de este libro, que nos trae recuerdos de aquellos que ya no están.
Reig le pone rostro a la muerte y se enfrenta a ella con las letras escritas en este río en el que nada de forma exitosa. Fábula de la vejez de lo más emotiva que cuenta con un resultado final de nota.
Una obra redonda que combina bien los contrastes de la cercanía del fin con el humor. Una mezcla entre el dolor y la alegría, entre la tragedia más dramática y lo cómico.
Un libro ameno, de lectura muy ágil, que nos sitúa en un futuro que puede que nos resulte común a muchos.
¿Tendré también que rescatar a mi hijo o debería dejarle en paz? ¿Y de qué debería rescatarle, si puede saberse?
El río de cenizasLa sinopsis
Un anciano adinerado ha sufrido un ictus que le ha dejado ciertas secuelas y se ha ido a vivir a la residencia Los Carrascales, donde le sorprende una pandemia mundial. Entre lecturas y actividades rutinarias con otras personas mayores, el protagonista redacta una confesión que dejará a su hijo: necesita ajustar cuentas con el pasado, y no desaparecer sin intentar dar sentido a su vida. La distancia irónica inicial con respecto a otros ancianos, la distorsión disparatada de la realidad que provoca la pandemia en políticos, cuidadores y pacientes, van dando paso paulatinamente a una angustia difusa, a la recapitulación crepuscular de la propia biografía y a la mala conciencia, al recuerdo de los seres queridos y la búsqueda de una redención imposible. Reflexiones aceradas, deslumbrantes páginas elegiacas en las que resuenan obras de referencia, como La muerte en Venecia y La leyenda del santo bebedor, y personajes inolvidables: todo el talento de un escritor de la talla de Rafael Reig brilla en esta historia de desazón contenida y desenlace esperanzador.