Si la vaca llora, el perro ríe el último
¿Las vacas lloran? Piensen en un momento en esa imagen, en la de una vaca llorando. Una vaca que no puede contener las lágrimas ante el matarife que está a punto de acabar con su vida.
Una vaca que enseña una lección de vida a un hombre duro y violento. Este cuento de la vaca es real y es uno de los muchos que se incluyen dentro de La vaca que lloraba. Y otros cuentos budistas acerca de la felicidad (Kairós).
Ajahn Brahm es el padre de este libro. Un autor que ofrece una escritura revitalizante, reconfortante y reparadora a través de unos cuentos que forman parte de la esencia de la vida. Y la muerte. Historias conmovedoras, emocionantes y útiles para el día a día. Valores y sensaciones. Sentidos y formas de actuar ante situaciones, problemas y enfermedades.
Los relatos que se exponen son una fuente de conocimiento y sabiduría. Erróneo es el pensamiento de creer que en este libro nos vamos a encontrar unas guías o claves de la filosofía budista. El autor, monje budista desde hace más de 30 años, ha separado muy bien las fronteras de las religiones a la hora de trazar los caminos que llevan a la felicidad.
Los cuentos que recoge se pueden leer de forma independiente, aunque lo ideal es seguir la línea marcada en la narración. También se pueden seleccionar dependiendo de nuestro estado de ánimo, de nuestras necesidades y momentos vitales. Esta edición de La vaca que lloraba. Y otros cuentos budistas acerca de la felicidad estructura perfectamente los cuentos en función de nuestro ser y estar.
Así, si nos sentimos culpables por algo podemos perdernos en relatos como Los chavales de la clase B o El chico en el supermercado. Si necesitamos reconfortar nuestro corazón, Brahm también nos invita a ello en historias como La gallina o el pato o Abrir la puerta del corazón, nombre que llevaba la primera edición de este libro en inglés (Opening the door of your heart).
El miedo, la ira, cómo crear felicidad, soluciones compasivas a problemas graves, elmentos de sabiduría, vida espirtiual, libertad y valores como la humildad aglutinan cuentos como La tortuga parlanchina, La ciencia del silencio, Piedras preciosas o El perro que rió el último.
Elegir el mejor o hacer una selección con los más destacados sería imposible. Ya que son relatos tan sensoriales y profundos, en la mayoría de los casos, que la nota final depende mucho de cómo nos encontremos en cada momento de la lectura. Sin ser un libro de autoayuda propiamente dicho, sus páginas son una mano tendida para saltar las barreras que nos van llegando en este complicado mundo.