Para los que nos gusta bucear en la literatura latinoamericana siempre es un motivo de alegría encontrar libros como La uruguaya (Libros del Asteroide), una novela breve escrita como la larga canción de un cantautor. Una narración fresca y vital en la que entra en juego la crisis existencial de los 40. 

Pedro Mairal da vida a un relato que viaja, entre Montevideo y Buenos Aires, por los problemas sentimentales y laborales de un escritor que se enfrenta a su presente con una carga infiel que le ha traído recuerdos de un pasado mejor. De lectura fácil, entretenida, cargada de reflexiones y de referencias culturales, La uruguaya camina de forma directa por lo cotidiano, convirtiendo una historia simple en una narración ágil y amena. 

Está claro que esta novela no pasará a la historia como una de las grandes de la literatura, pero sí que dejará un buen gusto en el lector que acaricie sus páginas. Dentro de mi proceso personal de selección de libros, siempre me ha gustado catalogarlos por los que no se sueltan una vez que empiezas a leerlos y aquellos a los que tienes que darles varias oportunidades. La uruguaya está en el primer grupo. 

“Me dio la correa del perro, enderezó el vaso y desapareció dentro del bar. El pantalla de su espalda, la manzana azul de su culo con jeans. Todo eso pasó en cinco segundos. Un terremoto. Quedé ahí parado sosteniendo la correa. El perro me miró como avergonzado. El bozal parecía más un castigo que una prevención. Era un pitbull negro con una mancha blanca en el pecho. Un pitbull tímido. Los dos incómodos con ese encuentro forzoso. Me volvió a mirar, bajó los ojos y se sentó. Entonces yo también me senté”.