Para leer la vida y sentir los viajes
Pepa Calero es la autora de Leer, viajar, estar vivos
No es el viaje. Es la forma de viajar. Cómo lo haces. Y cómo lo sientes. Y del arte de viajar, con tranquilidad, con calma, saboreando los instantes, nos habla o, mejor dicho, nos escribe Pepa Calero en Leer, viajar, estar vivos (Ediciones Casiopea), un libro que llega para aportar mucha esencia viajera a nuestro especial sobre libros de viajes.
Además del paisaje, de los monumentos, de las costumbres, de lo recorrido, la autora también le da en esta obra mucha importancia a las personas, que son al fin y al cabo las que dibujan el alma de los países que visitamos. Con capítulos breves, descripciones cercanas y un estilo narrativo sin rodeos, Pepa Calero nos invita a conocer sus andanzas por ciudades como Tánger, Lisboa, Varsovia, Praga, Budapest, Viena, Berlín o Salzburgo.
Un instante sagrado. Los sueños de hermandad del gran humanista y de toda la humanidad parecen reposar entre los árboles. Una oración brota de mis labios. Suspiro.
Leer, viajar, estar vivosEl viaje como una experiencia, como un aprendizaje constante mientras que caminamos por la vida. Viajar para alimentar nuestros sentidos, para soñar con todos los mundos que tenemos a nuestro alcance. Leer para sentir esos viajes en un libro que en su mochila interior guarda también numerosas referencias literarias. Una obra que no se pueden perder todas aquellas personas que amen la lectura, los viajes y la vida. Breve pero intensa y aventurera.
Leer, viajar, estar vivos
"Una de las cosas que más me sorprendió fue descubrir que en estos países me sentía un poco como en casa. Un sentimiento insólito, singular. Consciente de ese pasado común que nos une y nos diferencia, me preguntaba: ¿por qué me atraía Europa? La veía como la hermana mayor que te lleva de la mano, que te protege y te abriga en los días de invierno, cuando toda tú estás a la intemperie. Una misma moneda, un lenguaje universal que casi todos hablan, sistemas sociales, sanitarios y educativos semejantes. Y la historia. La bendita y tremenda historia. Cultura, tradición. Pasear por sus ciudades era como caminar por un tiempo estudiado, aprendido y escuchado en los libros de textos del instituto. La tutora de clase que te cuenta bajito los secretos de un pasado que sueña y reza con no repetir".