Música narrativa con una melodía conmovedora
Ruven Preuk es un músico brillante pero muy tímido que camina con sus tres violines por la revolucionada y convulsa Alemania del siglo XX. Su extraño talento musical -percibe los colores de los sonidos- aporta un poco de luz a una personalidad que se apaga cuando desaparecen las notas.
Errante e inseguro, el protagonista recorre su vida junto a las circunstancias sociales y políticas de los años en los que está ambientado Los tres violines de Ruven Preuk, la novela de Svenja Leiber que se puede encontrar en librerías desde el pasado septiembre gracias a la edición de Malpaso.
Con una prosa sencilla en la composición, pero de gran profundidad, la autora ofrece un concierto literario con piezas melancólicas donde los personajes secundarios tienen un papel importante . Entre las notas musicales también hay lugar para el silencio, el silencio del nazismo, de la guerra, de los años después...
El horror, la barbarie, la mezquindad del ser humano golpea las cuerdas de unos violines que a veces se convierten en el único refugio de Preuk.
El estilo de Svenja es muy peculiar y la narración tiene mucha personalidad. Aunque a veces el protagonista se empeña en dificultar la empatización con el lector, la autora consigue dejar huella con una melodia conmovedora y fascinante, un relato que combina con acierto historia con toques de ficción y que deja en el aire el dilema sobre las pasiones. En este caso, musical o personal.