Mágicos misterios, una divertida familia y superhéroes en el recreo
Libros divertidos para fomentar la lectura entre los más pequeños de la casa
Los sábados traemos recomendaciones para los jóvenes lectores. Libros para fomentar la lectura y darle valor a la importancia de leer, tanto desde el punto de vista del conocimiento como del entretenimiento.
Mágicos misterios en Chassburgo. La voz dentro de la pared
"Cuando todo esto comenzó, allá por 1910, el joven Héctor tenía solo doce años. Había nacido en Chassburgo, una ciudad llena de vida, bulliciosa y animada a pesar de no encontrarse en ninguna de las rutas importantes del comercio ni del turismo. Nadie allí podía sospechar que ese muchacho enclenque se convertiría en el mago más grande que ha existido: el Fabuloso Héctor Barona, que un día asombraría al mundo con sus números imposibles de escapismo, escamoteo y prestidigitación". Así comienza el primero de los títulos de la serie Mágicos Misterios en Chassburgo. Llanos Campos es la autora de una lectura recomendada para lectores entre 6 y 12 años. El libro, editado por SM, cuenta con las maravillosas ilustraciones de María Simavilla.
Intriga, misterios, secretos y magia forman parte de una historia con personajes que nos van a sorprender. Al joven mago Héctor tenemos que añadir a Tashi y Valentina. Los tres amigos se complementan a la perfección. La ciudad de Chassburgo en apariencia parece un lugar tranquilo, pero ¿podemos decir lo mismo del Gran Teatro Barona? Este edificio abandonado será el escenario de muchos de los pasajes de este entretenido libro.
Los niños que se olieron algo raro
Diversión y suspense nos acompañarán junto a las curiosidades de la peculiar familia Gaskitt, formada por los mellizos Gus y Gloria, el pequeño Gary, la madre taxista, el padre y el gato Horacio, que como es uno más, comparte también apellido con la familia. Por cierto, ¿cómo se puede perder a un bebé de 4 kilos y 675 gramos en un carro de la compra? Pues el papá de familia se despistó y ahora el pequeño de la casa va rodando y rodando por la ciudad. Y, mientras, los mellizos, que no terminan de tener claro si uno es más travieso que otra y viceversa, se las tienen que ver con la señorita Pestiño, que ha pasado de ser la profesora más amable y simpática del cole a convertirse prácticamente en un ogro. Pero aquí pasa algo, hay gato encerrado. Y hablando de gatos, volvemos con Horacio y conoceremos a sus amigos.
Aunque hay situaciones que se empiezan a complicar hay que destacar que todas las historias contadas por Allan Ahlberg acaban con finales felices. Katharine McEwen le pone color con sus ilustraciones a un libro que lleve el sello de Loqueleo. "El cuerpo de la señorita Pestiño estaba en la puerta de la casa. La cara de la señorita Pestiño estaba en la ventana. Los niños estaban sorprendidos, asombrados y —¿cuál es la palabra?— ¡estupefactos!". Ideal para jóvenes lectores que tras lecturas iniciales quieran animarse con libros algo más extensos.
Leyendas del Recreo. La media hora de los héroes
Si la pasada semana dábamos buena cuenta del estreno de la divertida colección de cómic infantil Leyendas del Recreo (Anaya), con Campeones del Mundo, en esta ocasión traemos una nueva aventura de unas historias que llevan las letras e ilustraciones de El Hematocrítico y Albert Monteys. ¿Cuántas veces has sido castigado en el recreo sin poder jugar a lo que más te gusta? Esto es lo que le ha pasado a Roberto, que se queda sin fútbol durante toda la semana. Sus balonazos alcanzan los 55 kilómetros por hora y la verdad es que es un poco peligroso. Cuando pensaba que iba a aburrirse bastante sin balón conoce a Mandona, que está formando un grupo con los mejores niños y niñas del recreo.
Y de esta forma conoceremos a todas y cada una de las leyendas del recreo y, por supuesto, a sus superpoderes. "¿Qué? ¿Esta panda de bichos raros son superhéroes?", comenta Roberto a Mandona, su nueva amiga. Cuando acaba conociendo a sus nuevas amistades se ilusiona y también quiere convertirse en uno más de la pandilla de superhéroes. Se prepara su traje especial, pero al día siguiente...